Por José Manuel Rodríguez
Expresidente de SOFIMA
Miembro de la Real Academia Hispánica de Filatelia e Historia Postal

Pensando en la nueva sección de nuestra página web, me he acordado de la carta que aparece en las figs. 1 y 2. Así es como estaba en el momento en que me hice con ella. La primera impresión fue maravillosa: seguro que me iba a permitir divertirme estudiando sus vicisitudes. Recuerdo que se la enseñé a mi mujer y le dije “Mira que preciosidad de carta me acabo de comprar”. El comentario de mi mujer no se hizo esperar: “Preciosidad, pero si está guarrísima, llena de tachones….”. Que verdad es que las cosas son según color del cristal con que se miran.

Fig 1. Frontal de la carta viajera

Fig 2. Reverso

Yo la compré pensando en mi colección de Pro Tuberculosos, dado que en el frente aparecía un sello especial de Pro Tuberculosos de la emisión de 1938-39. Pero, la verdad, es que la carta da bastante de si. Vamos a intentar descifrar todos los trayectos por los que pasó.
La carta va dirigida a la Marquesa de Manzanedo.

Hay un denominador común en la nota manuscrita del reverso (fig. 3)

Fig 3. “De no encontrarse ahí hacer seguir donde se encuentre”

El remitente, desde el principio, tenía dudas de donde acabaría la carta. Vamos a intentar descifrar sus itinerarios. Para ello destapamos del frontal la etiqueta del hotel Ritz de París. (fig. 4)

Fig 4. Vamos a intentar descifrar sus itinerarios

El primer trayecto es de Zaragoza (Gran Hotel Zaragoza)(19 de diciembre de 1938) a San Sebastián, al hotel María Cristina. Con el franqueo de 40cts, correspondiente a una carta interurbana según tarifa de 10 de noviembre de 1938.

Segundo trayecto. Allí la reexpiden a Roma, al Gran Hotel, donde tampoco se encuentra.

Tercer trayecto. De allí la reenvían al hotel Ritz de Roma.

Cuarto trayecto. Del hotel Ritz de Roma al hotel Ritz de Paris, Place Vendome (fig 5)

Quinto trayecto. Allí tampoco está y la reexpiden, usando una etiqueta del hotel, al 67 de la Avda. Víctor Hugo de París (fig. 6)

Fig 6. Reexpidida usando una etiqueta del hotel

Sexto trayecto. Por último, allí, le ponen la marca manuscrita Inconnue (desconocido) (fig. 7) y el 19 de enero de1939 la devuelven a Zaragoza (fig. 8)

Pese a todo no acaban aquí sus peripecias. La carta, al llegar, resulta que había hecho un interesante recorrido internacional por lo que la tasan reclamándole 30cts en nota manuscrita (fig. 9)

Según la tarifa del 10 de enero de 1939, la tarifa internacional era de 70cts.

La tasa, de 30cts, se hace efectiva mediante un sello ordinario de 20cts y un sello de Pro Tuberculosos de 10cts, usado como sello ordinario, lo cual nunca estuvo autorizado (fig. 10)

La carta en cuestión ha acabado, también de forma itinerante, en mis colecciones de Pro Tuberculosos y de Correo Reclamado.

Fig 10. La tasa se hace efectiva mediante un sello ordinario de 20cts y un sello de Pro Tuberculosos de 10cts

Y aquí se acaba la historia de esta carta viajera.