Por José Pedro Gómez-Agüero
Presidente de SOFIMA
Académico de número de la Real Academia de Filatelia e Historia Postal
Hablar de la Guerra de la Independencia en el País Vasco es hablar del General Thouvenot, que el 5 de marzo de 1808 entró en San Sebastián y después del levantamiento del 2 de mayo fue nombrado directamente por Murat Comandante General de Guipúzcoa en sustitución del Duque de Mahón.
El 8 de febrero de 1810, Napoleón, dentro de su proyecto de ampliar el estado francés hasta la línea del Ebro, establece mediante decreto cuatro circunscripciones o regiones militares, siendo una de ellas Vizcaya, formada por lo que actualmente es el País Vasco, nombrando a Thouvenot gobernador general, cargo que ha hecho que algunos autores hablen de él como el primer lendakari, cargo en el que continuó hasta la batalla de Vitoria cuando tuvo que retirarse y pasó a ser gobernador de Bayona.
De forma general numerosos autores hablan de Thouvenot como un profesional activo y competente, fundador entre de la primera logia masónica en España y uno de los pocos administradores que se preocuparon del la organización de forma honesta. En algunos de sus informes a Paris señalaba la desafección del clero ante la presencia francesa, que inicialmente combatió con un aumento de sueldo, para pasar después a recaudar grandes impuestos para mantener el ejército de ocupación, estableciendo aduanas en los puertos y requisando bienes de la iglesia, comenzando por los de los clérigos “desafectos”
Esta introducción nos viene para comentar una pieza postal que creo interesante tanto por su continente como por su contenido una vez que he tenido más tiempo para analizarla.
Se trata de un sobrescrito fechado en el interior el 12 de abril de 1810 dirigido al Consejo Provincial del Señorío de Vizcaya en franquicia con la marca “Gouvernement de Bizcaye” en referencia al nuevo órgano territorial creado por Napoleón, pero circulado por el sistema postal español por lo que lleva la marca SAN SEBASTIAN/GUIPÚZCOA, la primera vez que aparece Guipúzcoa, seguramente en consonancia a la división administrativa de la ocupación napoleónica como ya sugería para su aspecto postal Manuel Tizón. No son habituales las marcas de franquicia de organismos napoleónicos con las del correo español, y en este caso esta no fue recogida por Tizón en su última revisión.
Pero abrimos la carta, y antes de fijarnos en el texto vemos que va con firma manuscrita del propio “General Govº de Vizcaya” Thouvenot y encabezada por la indicación “Sección 2ª de Policía”, con un texto en español que transcribimos:
“En la lista que me ha remitido el alcalde de Ochandiano de los religiosos naturales en otra villa se hallan Alejandro Delparamendi, que fue carmelita descalzo, don Matías Aralzibar, franciscano, don José Arziola carmelita y don Ani. Arziola de la orden de San Gregorio, los cuales cuatro sujetos no se han presentado en el lugar de su Naturaleza, antes al contrario algunos han pasado a los Insurgentes y en otros no se sabe el paradero. Hara V.E. secuestrar y confiscar los bienes de los cuatro dándome parte de lo que resulte”
Con lo cual, y por la fecha, dos meses después de su nombramiento como Gobernador, y encargado de obtener nuevos recursos para el ejército, la confiscación de los bienes de los ex –religiosos desafectos era un primer paso para la del resto de los bienes eclesiásticos, como se puede ver en el documento de la administración josefina que presento (o presentaré) en las páginas de la web de FESOFI creadas como ésta para entretener durante la reclusión del coronavirus.
Una nota adicional indica “Al Alc de Ochand../Oficio del Rto” y la indicación del escribano, lo que indica una duplicidad de documento, que en el presentado iba al Consejo Provincial del Señorío de Vizcaya, como órgano ejecutor de las decisiones del Gobernador, y cuyo presidente en ese momento era Diego Larrea de Arcaute.
No hemos encontrado noticia sobre los clérigos insurrectos en la documentación manejada, pero seguro que en los archivos del País Vasco se podría rastrear las consecuencias de la orden expresa de nuestra carta.
Interesantísima, Jose Pedro.
Una pieza fantástica de la Guerra de la Independencia, ¡nada menos! Enhorabuena, Jose Pedro.