Por José Luis Goin
Miembro del Centro Numismático y Filatélico Bariloche (CeNuFiBa)
Miembro de la Asociación de Cronistas Filatelista de la Argentina (ACFA)

Netflix acaba de anunciar una política antitabaco en su plataforma. No habrá más escenas con fumadores en películas destinada a menores de 14 años y solo aceptará que haya cigarrillos cuando la trama lo requiera de manera indispensable. La ONG The Truth Initiativ se encargó de analizar el contenido de años anteriores e hizo la advertencia, pues las estadísticas abruman de escenas que muestran a fumadores que generan cierta empatía. Adiós a las pipas, habanos, puros, cigarros, cigarrillos, pitillos, colillas, humo…

En el 1988 el belga Maurice de Bévère, conocido como Morris, dibujante de la célebre historieta Lucky Luke, decide convertir al personaje en un exfumador transformando al pucho en una pajita silvestre. Aun así los editores fueron por más y borraron algunos otros vestigios de tabaquismo. Morris el 7 de abril de ese año –día mundial sin cigarrillo– fue distinguido por la Organización Mundial de la Salud: es un ejemplo de lo políticamente correcto.

Buscando antecedentes sobre el tema en el ámbito filatélico me encontré con un par de estampillas de los Estados Unidos de Norteamérica en las cuales borraron el cigarrillo de las fotos originales. El pintor expresionista abstracto Jackson Pollock, y el cantante, compositor y guitarrista de blues Robert Johnson, fumadores ellos, pasaron al panteón de las estampillas libres de humo.

Según la OMS por año mueren unas siete millones de personas por fumar y poco más de un millón por el humo ajeno. Parece ser que todo suma.