José Pedro Gómez-Agüero, secretario de la Sociedad Filatélica de Madrid, fundador y presidente desde 1978 del Grupo de Trabajo Naval POSEIDON, sociedad filatélica integrada en la IFMP (International Federation of Maritime Philately), habló el pasado 21 de octubre en la sede de FESOFI y ante una numerosa concurrencia sobre un interesante aspecto de la historia postal de la Guerra Civil Española: la intervención naval extranjera, propiciada por el alto contenido político del conflicto.
Con el escenario incierto de los puntos en los que había triunfado la insurrección, los gobiernos de las principales potencias europeas y los EE.UU. enviaron de forma inmediata abundantes unidades navales con el objeto de evacuar a sus ciudadanos, recogiendo a la vez refugiados españoles y de otras nacionalidades. Como ejemplo el conferenciante señaló que el 4 de septiembre de 1936 se llegaron a registrar 54 unidades de diversas nacionalidades en puertos españoles, y su número continuó siendo muy alto en los meses posteriores
La permanencia de las marinas de guerra extranjeras en nuestras aguas se desarrolló durante toda la guerra ya sea como parte del plan del Comité de No Intervención que repartía el control de las costas españolas Francia, Gran Bretaña, Italia y Alemania (20 de abril al 13 de septiembre de 1937); como consecuencia de los Acuerdos de Nyon que distribuyó entre las potencia europeas desde el 13 de septiembre de 1937 la vigilancia del Mediterráneo para defender a los mercantes del ataque de los submarinos, o simplemente para el seguimiento de las actividades bélicas como hicieron los EE.UU.
las unidades de la Marina de Guerra francesa disponían de franquicia militar para de los buques participantes en las operaciones
José Pedro analizó la participación de los cuatro países que dispusieron de oficinas postales embarcadas, con arreglo a las disposiciones del art. 15 de la Convención Postal de Viena (14/07/1891) y que procesaban la correspondencia de tripulación con arreglo a sus propias normativas: Estados Unidos, Francia, Italia, Alemania
En el caso de los Estados Unidos, la utilización de matasellos tipos 3 y 5 de la clasificación Locy, con la posibilidad de insertar textos modificables entre las barras que acompañan al fechador, ha permitido seguir las incidencias de las unidades que formaron parte del primer contingente de evacuación o de la posterior escuadra T-40, encontrando inscripciones como AID REFUGEES/BILBAO, SPAIN o BOMB ATTACK/OFF S.W. SPAIN. El conferenciante mostró las tablas elaboradas sobre la actividad en cada momento de las distintas unidades, asociado con los matasellos conocidos.
El sistema alemán de Marine Schiffspost (MSP), oficinas postales ambulantes embarcadas, permite estudiar los numerales de los matasellos y su fecha para cotejarlos con los diarios de a bordo y fijar la ubicación del navío en el momento de la estampación del fechador dentro de las diez campañas que realizó la Marina de Guerra Alemana realizando tablas que localizan las piezas postales en puertos o zonas marítimas de intervención.
Con numerosos ejemplos gráficos se ilustró también cómo las unidades de la Marina de Guerra francesa disponían de franquicia militar para de los buques participantes en las operaciones. La tripulación para hacer uso de su derecho escribía de forma manuscrita en las cartas indicaciones como “Dispositif special de la Mediterranée”, “DSM” o similares. La correspondencia recibía el matasellos del primer puerto francés o de colonias al que llegaban o el hexagonal de la unidad naval en el caso de que tuviera embarcada una oficina postal. El cruce de fechas, marcas y matasellos, señales en el sobre y fuentes del Ministerio de Defensa de Francia permiten la localización de la correspondencia, la identificación de marcas y fechadores hexagonales. Algo similar sucedió con la intervención de Italia, cuyos marinos debían sin embargo franquear de forma ordinaria la correspondencia, matasellada por lo general con los fechadores circulares de los propios buques.