El próximo día 5 de junio, Correo pone en circulación un sello dedicado al milenio del fuero de Nájera. Para entender el origen del Fuero de Nájera, tenemos que remontarnos a principios del siglo XI.
Esta ciudad de la actual provincia de La Rioja, en la Edad Media era la capital de la Rioja. Sancho el Mayor, rey de Pamplona, le otorgó un fuero especial que fue confirmado por el monarca castellano Alfonso VI al conquistar la ciudad en 1076, y luego por Alfonso VII, Fernando IV y D. Pedro el Cruel, en 1352.
Este fuero es el origen de la legislación navarra y base del derecho nacional.
Por aquella época, en Nájera se acuñó moneda, una de las primeras cecas de la época cristiana.
Este fuero es conocido a través de dos versiones, una, la del Becerro Gótico de San Millán, publicado por Prudencio de Sandoval, en 1615, y otra en Becerro Galicano. Estaban formados por 13 normas consensuadas que no regían únicamente en Nájera sino en toda su tierra.
Estos textos y alguno posterior, recogen el derecho navarro de épocas anteriores con un contenido muy variado de derecho privado que proporcionan una fotografía casi perfecta de la sociedad de la época.
Más tarde, los monarcas venideros confirmaron dicho fuero. Lo hicieron los reyes castellanos Alfonso VII en Nájera el 13 de mayo de 1136, expresando que otorgaba el fuero a cristianos y judíos; Fernando IV, en Burgos, el 14 de mayo de 1304; Alfonso XI, también en Burgos, el 6 de junio de 1332; Pedro I de Castilla, en Valladolid, el 15 de enero de 1352; Infante D. Sancho, en Valladolid, el 28 de abril de 1282; Enrique II, en Burgos, el 7 de febrero de 1367 y Juan II, en Segovia, el 29 de agosto de 1407 y Valladolid, el 24 de mayo de 1420.
Con los Reyes Católicos terminó la práctica de confirmación de los fueros locales debido a su interés por la unidad y uniformidad de los reinos.
El sello recogen una composición de imágenes que muestra la capital real entre las peñas: la actual ciudad a color, con la montaña a su espalda en blanco y negro símbolo del pasado y el presente vivido.