Tras Logroño, Burgos, Vitoria, Cáceres, Toledo y Huelva, le toca el turno a León para llevar durante todo el 2018 el título de Capital Española de la Gastronomía.
El jurado, integrado por profesionales de turismo, hostelería y comunicación y representantes del Ministerio de Agricultura y de Turespaña, se ha decantado por la ciudad leonesa, cuya candidatura se respalda en el lema Manjar de Reyes.
El sello que se emite, presenta una ilustración del famoso rosetón de la fachada occidental de la Catedral de León, y algunos de los productos más significativos de la gastronomía leonesa, forman un mosaico de colores y sabores a modo de vidriera.
Por un lado el queso de Valdeón, un queso de sabor fuerte que se elabora tanto con leche de cabra como de vaca o con una mezcla de ambas y se deja madurar en cuevas por un período largo.
La cecina de León está catalogada desde 1994 como Indicación Geográfica Protegida. Esta cecina de carne de vacuno es conocida internacionalmente y ha llevado el nombre de León por el mundo.
Desde mediados del siglo XVII se empieza a cultivar en Ponferrada un tipo de pimiento que se secaba al sol para después ser asado, que posee la Indicación Geográfica Protegida “Pimiento Asado del Bierzo”.
Las alubias de la Bañeza comparten con los pimientos tan notable distinción. Existen distintas variedades de este producto, como son la Canela, la Plancheta, la Riñón y la Pinta.
En León existe una pequeña industria chocolatera pero muy grande en sabores. Chocolates que se pueden degustar en múltiples recetas, siendo la más apetecible en las estaciones invernales, en una taza de chocolate caliente donde mojar unas mantecadas de Astorga. Las mantecadas son unos bizcochos de mantequilla esponjosos elaborados a partir de unos humildes ingredientes, con los que se consigue un producto de primera lleno de sabor.
En el sello aparece el logotipo creado para la ocasión, con el lema Manjar de Reyes.
