En 1992 se inauguró la Casa de América en el mítico Palacio de Linares como legado de la II Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y Gobierno y también, como celebración el 500 Aniversario del Descubrimiento de América.
En pleno centro de Madrid, en la Plaza de Cibeles, junto con otros importantes edificios como el Banco de España, el Palacio de Buenavista, actual Cuartel General del Ejército, o el Palacio de Comunicaciones, la Casa de América se ha convertido en un lugar de encuentro de iberoamericanos al otro lado del charco.
Escalera de entrada a la Casa de América
El fomento de la cultura ha sido un aspecto fundamental para la Casa de América desde su nacimiento y así quedaba patente en la programación de su primer año. Ese año, se conmemoraba el centenario de la muerte de Walt Wiltman y por este motivo, Casa de América acogió varios actos homenaje al poeta estadounidense.
Desde su creación han pasado por ese lugar miles de artistas, literatos, políticos, empresarios o representantes de la sociedad civil latinoamericana, que son testimonio de la evolución de la región.
El Pliego Premium dedicado a esta institución, muestra un detalle de la puerta y el jardín posterior del palacio. El sello, recoge la imagen de la fachada principal del Palacio de Linares que se comenzó a construir en 1872 como residencia de los Marqueses de Linares, que vivieron en él desde 1884. Sus arquitectos fueron Carlos Colubí, Adolf Ombrecht y Manuel Aníbal Álvarez.
Además del edificio principal, el jardín es una de las partes más impresionantes del Palacio. Un jardín en medio de la gran urbe, con una espectacular escalera de mármol a espaldas del palacio, terminadas en una preciosa fuente de piedra.
Uno de los detalles que más llaman la atención es la conocida como Casa de Muñecas. Una pequeña edificación, en cierto modo con un diseño caprichoso, se utilizaba para almacenar los aperos de labor.
Salón de baile Embajadores
Esta es una de las estancias más lujosas del palacio. Diseñada para acoger un salón de baile, está ricamente ornamentada. En las paredes se alzan figuras femeninas doradas, además, complementan la decoración una hilera de espejos enmarcados por columnas corintias que van desde la cornisa al suelo con colgaduras en seda roja bordadas en la parte superior. Toda la sala está cubierta por una moldura dorada que contribuye a dar majestuosidad al conjunto.
El sello recoge un collage en el que se muestran alguno de los sellos emitidos por el Correo español con diferentes motivos iberoamericanos, como el dedicado a Gabriel García Márquez o a Machupichu.