Dentro del Ciclo de Conferencias dedicadas a la Guerra Civil Española Fernando Aranaz del Río, presentó el pasado día 17 de noviembre la primera parte de su interesante ponencia sobre “El Correo Aéreo en la Guerra Civil Española y sus Incidencias”, en la sede de la Sociedad Filatélica de Madrid.

Académico de número de la Real Academia de Filatelia e Historia Postal y miembro de SOFIMA, Fernando Aranaz es una de las grandes personalidades de la filatelia nacional. Ha sido directivo a lo largo de su dilatada carrera de sociedades filatélicas locales, nacionales e internacionales, así como Jurado Nacional desde 1981 y Jurado Internacional (FIP) desde 1984, en Filatelia Tradicional, Historia Postal, Aerofilatelia y Literatura, habiendo actuado como jurado en las Exposiciones más importantes del mundo en capitales de los cinco continentes.

Al inicio de la conferencia Fernando Aranaz estableció un retrato de la situación previa al estallido del conflicto.

Acabada la Primera Guerra Mundial sobran aviones y sobran pilotos por lo que se plantea la posibilidad establecer las primeras líneas regulares para el transporte de pasajeros, mercancías y correo. Así, en agosto de 1919 se autoriza a la compañía francesa Latécoère a sobrevolar suelo español y el abril de 1920 se realiza el primer correo aéreo en España entre Barcelona-Alicante-Málaga.

En mayo de 1929 el Directorio Militar obliga a una serie de pequeñas compañías aéreas nacionales a integrarse en una única bautizada con el nombre de Compañía de Líneas Aéreas Subvencionadas (CLASSA). Tras el fracaso de esta empresa, llegada la República, el 8 de abril de 1932, se crea una nueva compañía: Líneas Aéreas Postales Españolas (LAPE)

Entorno al inicio de la contienda son cinco las compañías que operan sobre el territorio nacional.

La Compañía francesa Aeropostale, sucesora de la original Latécoère, opera en distintas líneas desde Francia al norte de África haciendo escala en territorio español uniendo localidades como Barcelona y Alicante con Toulouse, Tánger y Casablanca o Madrid con Paris a través de Burdeos.

Carta remitida en mayo de 1936 de Madrid a Quito (Ecuador) por la compañía francesa Aeropostale

La compañía alemana Lufthansa opera vuelos desde Berlín hasta Madrid a través de Barcelona, Marsella y Ginebra y el vuelo transoceánico que unía Fráncfort son Rio de Janeiro y Santiago de Chile con escalas en Sevilla y Las Palmas y la compañía italiana Ala Littoria unía Barcelona y Roma en vuelo diario.

Por su parte, la compañía española LAPE, unía las capitales de Madrid y Lisboa y cubría los vuelos internos para unir poblaciones como Madrid, Barcelona Y Palma; Madrid con Sevilla y Madrid con Valencia, así como el trayecto Madrid, Casablanca, Las Palmas y Sta. Cruz de Tenerife.

Vuelo Nocturno Estocolmo-Hanoover
Marca “ESTUVO EN LISTA”. Devuelta a su procedencia

La conexión con América del Norte corría a cargo de las compañías norteamericanas Pan American Airways y Pan American Grace Airways.

Pero con el estallido del conflicto español todo este panorama cambia. Lo primero que hace el gobierno de la República es poner los aviones a disposición militar.

Desaparece la compañía LAPE y con ella los cuatro trayectos nacionales, así como el enlace con Lisboa.

Algunas compañías extranjeras suprimen sus trayectos y otras desvían sus rutas evitando el territorio nacional. Compañías como la francesa Aeropostale y la alemana Lufthansa siguen las políticas de sus respectivos gobiernos.

Se toman las primeras decisiones sobre el correo y así el gobierno republicano abre una ruta para unir Madrid con Barcelona, una segunda linea une Madrid con Santander que se encuentra aislada y asegura la conexión con Europa y América a través de la compañía francesa. Otras poblaciones al menos son accesibles por ferrocarril.

Por su parte el ejército sublevado no tiene aviones disponibles y pierde la conexión con Europa y América a través de Aeropostale.

Inicialmente solo Lufthansa sigue operando vía Madrid, pero con la creación de la Compañía Hispano Marroquí de Transportes (HISMA) consigue traer aviones de Alemania, que ayudan al traslado de tropas y más tarde de personas y correo abriendo la ruta Tetuán-Sevilla.

Carta remitida el 15 de octubre de 1938 desde Soller a Frauenfeld (Suiza)
con marca “PAR AVION JUSQU´A ROMA”

Todos estos cambios y nuevos acuerdos suponen una serie de costes que hay que pagar lo que supone la creación de nuevas tarifas y consecuentemente la necesidad de nuevos sellos. Esto se tradujo, desde el punto de vista filatélico, en la aparición de diversas sobrecargas, casi todas de tipo local, como las que encontramos en Canarias, Burgos e incluso Orense.

Fernando Aranaz une magníficamente filatelia e historia. En esta primera parte de su estudio ha establecido la situación del correo aéreo al comienzo del conflicto y ha documentado con distintas circulaciones los cambios sufridos por el servicio debido a las primeras decisiones que se tuvieron que adoptar y en sucesivas conferencias podremos seguir el desarrollo de la contienda a través de las vicisitudes del correo.

Aquí puedes acceder a los contenidos de la conferencia

El Correo Aéreo en la Guerra Civil Española y sus Incidencias (1ª Parte) (PDF)