Pocos lugares en el mundo dejan una huella tan imborrable en la retina del viajero como lo hace la antigua ciudad de Petra. Los vestigios de sus milenarias ruinas y las monumentales tumbas señoriales excavadas en la roca, accesibles únicamente a través de angostos desfiladeros, logran que la experiencia del viajero tenga el sabor de la aventura clásica entremezclada con lo irreal y lo onírico.
En 1812 el explorador suizo Johann Ludwig Burckhardt redescubre la ciudaSe sabe, por restos de antiguos asentamientos, que la zona fue habitada desde el 7.000 a.C. aunque fue a partir del 1.200, en plena Edad del Hierro, cuando se establece el pueblo edomita, quien a su vez acogerá al pueblo nabateo, auténtico fundador de la ciudad de Petra.
El reino Nabateo establecerá su capital en Petra, que logrará su máxima extensión y prosperidad en el siglo II a.C. gracias a las rutas comerciales que, surcadas por caravanas cargadas de especias, sedas, incienso y otros productos exóticos procedentes de oriente, recalaban para descansar y tomar provisiones para luego continuar su trayecto hacia Roma.
Con la incorporación de la capital en el siglo I a.C al imperio romano, la ciudad alcanzará su máximo esplendor al construirse y remodelarse algunos de sus edificios más importantes como el extraordinario Khazbeh o Tesoro, cuya imagen ilustra el sello, el Deir o Monasterio, el teatro o la gran vía columnada que daba acceso a la ciudad.
Paradójicamente, será durante el periodo romano cuando se abran nuevas rutas comerciales marítimas y terrestres que provocarán el aislamiento progresivo la decadencia de la ciudad, que perderá su riqueza y relevancia.
En el año 363, una serie de violentos terremotos destruirán prácticamente toda la ciudad, que será progresivamente abandonada hasta quedar sepultada por el olvido, siendo solo conocida y ferozmente defendida por tribus de beduinos.
En 1812 el explorador suizo Johann Ludwig Burckhardt redescubre la ciudad, comenzando a organizarse expediciones arqueológicas que revelan la antigua ciudad a los europeos.
La Unesco inscribió a Petra en su Lista de Patrimonio Mundial en 1985 y fue seleccionada en 2007, como una de las siete maravillas del mundo moderno.
Petra continúa la serie Monumentos del Mundo Moderno que comenzó con 2015.
El sello reproduce la imagen del templo Al Khazneh (El Tesoro) y se presenta en un pliego Premium además de que también tendrá una tarjeta enteropostal como el resto de la serie.