Una fotografía, una huella digital, una firma y un número de identificación único y personal son los elementos que han caracterizado el Documento Nacional de Identidad, un documento que en su creación, por un decreto del dos de marzo de 1944, provocó recelos entre la ciudadanía pero que actualmente se ha convertido en uno de los documentos más versátiles, eficientes y prácticos con los que cuenta un español para ser identificado como ciudadano y con el que puede relacionarse de manera eficaz con la Administración del Estado.
Tal como se indicaba en el preámbulo del decreto, el DNI pretendía sustituir la Cédula Personal como elemento de identificación, así como otros documentos que ya existían como la Tarjeta de Identidad Postal que expedía Correos para identificar destinatarios y que permitía realizar otros trámites con la Administración Postal.
El abuelo del DNI: las cédulas. Antes de la Guerra Civil, algunos Ayuntamientos empezaron a emitir las llamadas «Cédulas personales». Podían llevar o no foto y en cada lugar incluía datos diferentes
Su expedición y distribución se encomendó a la Dirección General de Seguridad, que no pudo implantar el documento hasta 1951 debido a la situación política y social de la posguerra. El primer diseño fue adjudicado a Aquilino Rieusset, estando vigente hasta 1961. En 1962 cambió el formato, que incorporó el grupo sanguíneo y el estado civil.
En 1985 se adjudica la fabricación del DNI a la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, que junto con la Dirección General de Policía, garantizaban su expedición.
El primer modelo de DNI, de 1951
A lo largo de los años 90 se informatiza su producción y se incorporan las primeras medidas de alta seguridad, se reduce su tamaño y se elimina la impresión dactilar. En 1996 se incorporó la fotografía en color y a partir del año 2000 se expide en las lenguas cooficiales del Estado.
Las nuevas tecnologías se incorporan al documento a partir de 2006, cuando se integra un chip que permite la conexión a servicios telemáticos.
En 2015 aparece la versión electrónica, llamado también DNI 3.0, en cuyo diseño se han incluido dos antenas, una de radiofrecuencia y otra con tecnología NFC que permite su utilización con aplicaciones de telefonía móvil.
La presente emisión reproduce de manera fiel el último modelo de DNI, imitando incluso el papel plastificado del mismo.
