La picaresca y el fraude al correo

Por Alejandro Gracia Cenamor
De la Sociedad Filatélica de Madrid

Lo que voy a comentar no es algo nuevo, pero confirma el hecho de que en este tipo de actuaciones,  la mayoría de las veces se hacía imprescindible la colaboración del funcionario encargado de obliterar los sellos.

En ocasiones esto es difícil de apreciar considerando que el sello servido (usado anteriormente) pudo pasar desapercibido, o bien por la poca huella del matasellos anterior, o por el gran volumen de correspondencia manejada en la oficina de correos.

El ejemplo que presento es muy claro, se trata de una cancelación efectuada en el ambulante de Córdoba a Málaga. Este ferrocarril fue autorizado a transportar correo según la R.O. de 5 de mayo de 1865.

La picaresca y el fraude al correo. Ascendente Córdoba-Málaga

Ascendente Cordoba – Málaga

Se conocen fechadores entre 1866 y 1868. Los carteros ambulantes residían en Córdoba, ya que al ser una línea transversal (no pasaba por Madrid) se seguía la pauta de que el personal residiese en la principal de la línea.

La picaresca y el fraude al correo. Descendente Córdoba-Málaga

Descendente Cordoba – Málaga

Compré las cartas para tener ambos ambulantes ascendente y descendente, muy bien estampados, al examinarlos en detalle se aprecia claramente que ambos sellos habían sido inutilizados previamente, esta circunstancia solo puede darse con el advenimiento del personal que trabajaba en la ambulancia, ya que parece improbable que se le pasase esta circunstancia además en ambos sentidos de circulación.

Recorrido

Y como lo hacían; pues en mi opinión los defraudadores, en su mayoría comerciantes, y todo aquel que tuviese un cierto volumen de correspondencia, entregaban las cartas al funcionario sin franquear el cual franqueaba con sellos ya utilizados y esmerándose en el matasellado para ocultar las marcas anteriores, por supuesto con una retribución que lógicamente era bastante menor que el coste real. Ganaban ambos perdía el correo.

Un pequeño sobresueldo para el funcionario, y una alegría para mí, poseedor de una pieza singular.

2 pensamientos en “La picaresca y el fraude al correo”

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *