Cuando la Historia Postal es más Historia

Por Andrés García Pascual

Soy de los que defienden, hace muchos años, que las cartas que entran dentro de la llamada oficialmente “Historia Postal” se ubican en una determinada época y están relacionadas de una forma u otra con la HISTORIA.

Por supuesto no pretendo que todas las cartas tengan una relación directa con acontecimientos históricos importantes, “las cartas de Colón” no están a nuestro alcance. Pero el relacionar una carta con tal o cual situación política, determinada actividad comercial, el uso de tal o cual ruta o un hecho de cierto interés histórico, nos ayudan a contextualizar las piezas de nuestras colecciones.

Por esto soy de los que defiende la utilización de información complementaria y otros elementos como documentos, grabados o imágenes no relacionadas con el correo, pero si con la carta a la que acompañan y que, a mi manera de verlo, dan valor añadido a la carta en cuestión.

No parece muy razonable que si se presenta una carta transportada por un determinado barco no se pueda poner un grabado del susodicho barco, o que la carta vaya firmada por algún personaje de cierta relevancia y no se pueda utilizar la imagen del firmante, así ocurre cuando el texto presenta algún dato de interés no se pueda comentar. Creo que toda esta información complementaria ayuda a poner en valor la pieza postal y resulta más atractiva para los que la ven, sean o no sean aficionados.

He visto colecciones que si no las situamos en un determinado momento histórico y con una documentación de las piezas no tendrían mucho sentido. Recuerdo una sobre los Virreyes en Italia, otras varias sobre las guerras Carlistas, la del 98 o la Guerra Civil, algunas de correo marítimo, otra sobre los deportados a Villa Cisneros, todas ellas buenas colecciones y, para mí, más interesantes y entretenidas por los datos que aportaban a mayores.

Hoy presento un ejemplo de lo expuesto, una carta corriente que adquiere su interés por el texto que contiene y que está relacionado con un hecho histórico. Por supuesto no pretendo, ni mucho menos, que en la colección se pueda poner lo desarrollado en esta comunicación, pero si señalar y explicar someramente el hecho en el texto.

EL HECHO HISTÓRICO

En febrero de 1809 el 2º Cuerpo de Ejército al mando del Mariscal Soult había tomado Vigo y Tuy sin resistencia alguna. El día 2 de febrero, Soult llegó a la orilla norte del río Miño con la intención de invadir Portugal. Después de intentarlo sin éxito entre el 15 y 16, decidió entrar a Portugal por Monterrey (Orense) (1).

Mientras el 6º Cuerpo de Ejército al mando del Mariscal Ney se encargaba de someter y organizar el territorio gallego. El General Jomini, Jefe del Estado Mayor General del 2º Cuerpo había establecido un tren de artillería volante, compuesto por dos escuadrones, en el camino entre Betanzos y Santiago. El tren de artillería tenía 200 hombres, con 200 caballos, carros y toda su impedimenta.

Cuando la Historia Postal es más HistoriaLos paisanos de la zona organizados por los curas de las parroquias, atacaron en la noche del 2 de febrero a los miembros del tren de artillería, matando a todos los oficiales y tropa (menos a uno)(2). Hicieron desaparecer los cuerpos, carros, armamento y toda la impedimenta. Los 200 caballos fueron llevados la misma noche hacía Ribadavia para entregarlos al Marqués de la Romana(3).

De la masacre solo escapó un cabo herido que consiguió llegar a Betanzos, relatando que su compañeros “habían sido degollados por aldeanos dirigidos por clérigos y frailes”(4).

El Gobernador de Betanzos, el Coronel Girard mandó una columna de cincuenta dragones al lugar de los hechos, pero no encontraron ni un botón de los uniformes.

Informado el Mariscal Ney, enfureció y envió a su edecán, el Teniente Coronel Auguste Regnard para realizar la investigación. Se quemaron cuatro aldeas y fusilaron a 20 paisanos sin conseguir resultado alguno.

Llegados a este punto el Mariscal Ney impuso una multa de nueve millones de reales a la villa de Betanzos y su provincia. El Ayuntamiento de Betanzos hizo una petición al rey José I, solicitando la disminución de la multa, que finalmente quedó en 400.000 reales.

LA CARTA

En este contexto se encuadra la carta presentada. Enviada por la Tesorería de Rentas de Betanzos a el Juez y Justicia ordinaria de la Villa y jurisdicción de Sta. Marta de Ortigueira, fechada el 16 de marzo de 1809: Vista esta hará usted entender a los Mayordomos de los Pueblos de su jurisdicción pongan en esta tesorería de Rentas todos los caudales que quedaron pendientes por todos los Ramos a favor de la Real Hacienda en fin de diciembre de 1808. Como también el producto del Papel Sellado y papel que resultó sobrante…

Carta

Carta de Betanzos a Sta. Marta de Ortigueira, 16 marzo 1809
Marca GALICIA BETANZOS usada de 1799 a 1828
Porteo 5 cuartos. Tarifa de 1805: peso hasta 6 adarmes.

TextoEn la misma carta se incluye un escrito fechado en Betanzos el 5 de marzo, firmada por el Alcalde Manuel Pérez y tres concejales más: La contribución impuesta a esta provincia por S. E. el Mariscal Duque de Elchingen de cerca de nueve millones por el asesinato de dos Compañías de soldados del tren de Artillería efectuado en los pueblos de Carres, Cutian y otros, lo minoró el Sr. Mariscal a 400.000 rs. y agregados a esa cantidad 60.000 rs. que graduaron precisos para el viaje a la Corte de los tres Diputados que por la Provincia pasan a ella a presentar el acta del juramento de fidelidad a S. M. el Rey D. José Napoleón 1º … Y se reclaman los 36.589 rs. que les corresponden a la Jurisdicción de Sta. Marta de Ortigueira y curiosamente se exige el envío del dinero para el día 12 de marzo, cuatro días antes de la fecha de la carta de la Tesorería de Rentas en la que se envía el escrito. Incongruencias de la administración.

NOTAS

(1) Le Noble, Pierre., “Mémories sur les opérations militaires des francaise en Galicia”. París 1821.
(2) Osuna Rey, Juan M., “Los franceses en Galicia”. La Coruña 2006.
(3) López Morillo, Adrian., “Monografía sobre la desaparición de dos escuadrones.”. La Coruña 1910 “Decían que el Marqués no hacía más que santiguarse cuando le referían los hechos”.
(4) Général Jomini., “Guerre d’Espagne”. París 1892

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