Igual… Pero Distinto

Por José Manuel Rodríguez
De la Sociedad Filatélica de Madrid (SOFIMA)
Secretario de la Real Academia Hispánica de Filatelia e Historia Postal.

A continuación os presento algo realmente curioso, dos enteros postales, en mi opinión, muy interesantes, con el objetivo, en ambos casos, de ser recibos o resguardos del pago de unas compras o suscripciones.

Los enteros son de la emisión de de 1932 y los dos están privatizados. Veamos el primero caso, figuras 1 y 2.

Igual … Pero Distinto. Anverso

Fig. 1

Reverso

Fig. 2

Está privatizado por la REVISTA DE LOS TRIBUNALES, impreso en el reverso constituyendo el recibo de la suscripción a la misma. Analicemos el entero. Obvamente es una tarjeta postal, aunque el termino TARJETA POSTAL está tapado por los sellos de franqueo complementario y por la etiqueta de Reembolso. Esto no era ortodoxo. Circula de Madrid, 2 de junio de 1936, a Albacete, por correo certificado y contra reembolso de 20 pesetas.

La tarifa aplicable era la indicada en la Ley del Timbre de 1932:

Tarjeta Postal 15 céntimos
Derecho de certificado 30 céntimos
Derecho de reembolso 25 céntimos
TOTAL 70 céntimos

Veamos ahora el segundo caso, figuras 3 y 4.

Igual … Pero Distinto. Anverso

Fig. 3

Reverso

Fig. 3

Está privatizado por INSTITUTO DEL LIBRO. Impreso en anverso y reverso, es el resguardo del pago del tercer plazo de la compra que el destinatario realizó. Circuló de Madrid, 1 de julio de 1936, a Albox (Almería) por correo certificado y contra reembolso de 15 pesetas. Hasta aquí parecen dos circulaciones iguales, aunque con franqueos distintos, pero no, veamos la diferencia. Teóricamente este último también es una tarjeta postal, pero el remitente había, seguro que intencionadamente, tapado con la etiqueta la palabra TARJETA ya que lo que él quería, como aparece impreso en vertical en el anverso, era enviar unos PAPELES DE NEGOCIO.

La tarifa es la misma de 1932:

Papeles de negocio, mínimo 10 céntimos
Derecho de certificado 30 céntimos
Derecho de reembolso 25 céntimos
TOTAL 65 céntimos

El cambio de denominación los convertía en dos objetos postales diferentes, con tarifas igualmente diferentes y el avispado segundo remitente se había ahorrado 5 céntimos.

2 pensamientos en “Igual… Pero Distinto”

  1. ¿Cómo se hacían estas privatizaciones? ¿Se encargaban al correo o se compraban los enteros y se enviaban a una imprenta? ¡Bonitas!

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