En ocasiones una sencilla pregunta nos puede poner en el camino de una interesante investigación que puede concluir con un sorprendente hallazgo.

José Antonio Herráiz, es académico de número de la Real Academia Hispánica de Filatelia e Historia Postal, académico correspondiente de la Académie de Philatélie (Francia), académico de la Academia Europea de Historia Postal, miembro de la Royal Philatelic Society London, Sociedad Filatélica de Chile y la Asociación Filatélica Zaragozana.

Es igualmente autor de los tomos I y II del Manual de Tarifas Postales de España y sus Territorios de Ultramar (EDIFIL) por los que ha conseguido medallas de Oro Grande en las exposiciones mundiales de Nueva York (2016), Brasilia (2017), Iberoamericana de Santiago de Chile (2019) y el Prix Littéraire de l’Académie de Philatélie (Francia) 2017.

Asiduo conferenciante, es un activo colaborador de numerosas publicaciones filatélicas. Dispone de su conocida sección fija «A vueltas con las tarifas» en Revista de Filatelia (RF) y ha escrito artículos para El Eco Filatélico, Academus (Real Academia Hispánica de Filatelia e Historia Postal), Chile Filatélico, Amexfil (México) y Documents Philatéliques (Académie de Philatélie).

Carta circulada de Soria a Sète (Hérault) el 20 de julio de 1937. Franqueo de 50 céntimos de peseta con sello de la zona nacional y tasa de 50 céntimos de franco francés

Si Francia no reconocía al gobierno «insurgente»… ¿por qué fueron aceptados los sellos de la España nacional?

Una sencilla carta remitida el 20 de julio de 1937 desde Soria a Sète (Hérault) franqueada con un sello de 50 céntimos de la emisión de Isabel La Católica y tasada con 50 céntimos de franco francés. La tasación no era debida a los sellos utilizados, sino el resultado de aplicar la tarifa republicana.

Hasta febrero de 1939, Francia solo reconoció al gobierno republicano, oficialmente, los nacionales eran «insurgentes». No obstante, esta circunstancia no impidió el intercambio de correspondencia. Esto dio lugar a una sencilla pregunta pero de difícil respuesta: Si Francia no reconocía al gobierno «insurgente»… ¿por qué fueron aceptados los sellos de la España nacional?

Es evidente que los sellos de la zona nacional fueron aceptados puesto que hay miles de cartas circuladas. El hecho es incontestable, pero la pregunta no había tenido la respuesta más académica.

Es evidente que los sellos de la zona nacional fueron aceptados puesto que hay miles de cartas circuladas

Tras la ocupación de Irún, las comunicaciones postales por esa vía quedaron interrumpidas. La correspondencia de la zona nacional peninsular al extranjero debía remitirse por Vigo, Lisboa y Gibraltar.

Pero el “Boletín de informaciones, documentación y estadística” del Ministerio de Correos, Telégrafos y Teléfonos francés publicado a finales de 1936 ya anunciaba como “se han tomado las disposiciones necesarias para remitir, por la vía de Hendaya, las correspondencias postales destinadas a las regiones de España ocupadas por los insurgentes”.

Han sido las investigaciones del académico francés Laurent Bonnefoy en los «Archives Nationales» (Francia) las que han dado como resultado el descubrimiento de un completo dossier con documentos referidos a las relaciones postales durante la Guerra Civil Española, donde por fin se explican las razones que posibilitaron el intercambio de correspondencia entre la España Nacional y Francia franqueada con las emisiones del nuevo Estado Español, a pesar de la negativa a reconocer al gobierno del general Franco hasta el final de la guerra.

Se trata de una serie de documentos entre distintos ministerios franceses en los que se justifica como, con el argumento de defender los intereses económicos y comerciales de las empresas francesas asentadas en los territorios ocupados por “los insurgentes”, se estima de gran interés restablecer las relaciones postales, telegráficas, telefónicas y ferroviarias, entre Francia y la zona española en poder de las autoridades insurgentes.

Otro de los documentos muestra la protesta de las autoridades españolas en París relativa al franqueo de objetos de correspondencia con sellos emitidos por los insurgentes españoles y como La Embajada estima que hay disposiciones del Convenio de la Unión Postal Universal que se oponen a esta forma de franqueo.

Uno de los documentos de los “Archives Nationales”

Paris, 6 de marzo de 1937. Carta de la Fédération Nationale des Travailleurs des P.T.T. (postes, télégraphes et téléphones) al director del gabinete del ministro  (P.T.T.)

Entre la documentación localizada en los «Archives Nationales» figura también una nota de protesta de la Fédération Nationale des Travailleurs des P.T.T. (postes, télégraphes et téléphones) al director del gabinete del ministro (P.T.T.) en la que recuerda como el mantenimiento de relaciones postales, la inexistencia de persecución contra el fraude postal, constatado y señalado por sus militantes, constituyen una complicidad flagrante de traición contra “nuestros hermanos españoles en beneficio del fascismo internacional, y en particular de los fascistas españoles y franceses”.

Con todo esto, Las tasaciones sistemáticas por «insuficiencia de franqueo» de las cartas llegadas a Francia desde la zona nacional, comienzan a partir del 1 de abril de 1937, tras el aumento de la tarifa republicana de la correspondencia al extranjero, independientemente de los sellos con los que hubieran sido franqueadas.

Las tasaciones sistemáticas por «insuficiencia de franqueo» de las cartas llegadas a Francia desde la zona nacional, comienzan a partir del 1 de abril de 1937, tras el aumento de la tarifa republicana de la correspondencia al extranjero

En definitiva, una brillante investigación en la que José Antonio Herraiz en colaboración con sus correligionarios franceses ha conseguido dar respuesta a una pregunta aparentemente sencilla pero escondía tras de ella un entramado de intereses económicos y de relaciones políticas internacionales.