Durante el siglo XVII aparecieron en Francia, gracias a las sagas de cartógrafos como los Sanson y Jaillot, los llamados mapas temáticos o singulares, entre ellos los que representaban los caminos y las casas de postas que los jalonaban.
A comienzos de la siguiente centuria, en 1716, el primer monarca de la dinastía borbónica Felipe V, en el marco de la reforma general de la Administración, nombró al primer Superintendente de Correos y Postas y con ello el correo español pasaba a ser administrado directamente por el Estado. Cinco años más tarde, en 1721, el marqués de Grimaldo, primer secretario del Despacho de Estado, encargó a Bernard Jean Hyacinthe Jaillot, la realización de un mapa de España con todas las rutas de postas.
Esta carta geográfica está magníficamente grabada con gran número de detalles: divisiones territoriales, urbes, hidrografía, orografía de perfil, orientación geográfica, márgenes graduados con el primer meridiano en la isla de Hierro y las principales rutas por las que transitaba el correo con sus casas de postas correspondientes.
Destacan, la calidad de la cartela destinada al título en el ángulo inferior derecho, encuadrada en una orla, cuya parte inferior la ocupan dos corceles sujetados de las bridas por sendos postillones; los laterales con la vegetación propia de la abundancia y las armas simbólicas del poder militar, todo ello coronado con el escudo de la dinastía de Borbón, flanqueado por una doble alegoría de la Fama. En la otra esquina inferior otra vistosa cartela, que recoge diversos tipos de escalas, los signos convencionales utilizados y los datos del editor.
Dos cartuchos explican las tarifas que tenían que pagar, por legua, los particulares por la utilización del entramado de las postas españolas y portuguesas.
Coloreado a mano, sobre todo las rutas radiales que partiendo de Madrid enlazaban con Valencia y Cartagena, en levante; Barcelona, en el nordeste; Bayona y San Sebastián en el norte; Coruña y Pontevedra en Galicia; Badajoz en Extremadura y Cádiz y Granada en Andalucía. También aparece destacado el itinerario transversal que une Burgos con Lisboa.
El Correo español rinde homenaje al tricentenario de este mapa con un sello que recoge la cartela del mismo, con un valor facial de 3,60 €, enmarcado en una hoja bloque plegable en la que se representa el mapa completo.