Margarita Salas (Asturias, 30 de noviembre de 1938 – Madrid, 7 de noviembre de 2019) inició con su marido, Eladio Viñuela, el desarrollo de la Biología Molecular en España. Su estudio del fago Phi29, un virus que infecta bacterias, abarcó todos los aspectos de la Genética Molecular, desde la información contenida en su ADN hasta la expresión génica y el ensamblaje de la estructura del virus.
Margarita demostró cómo se replicaba el ADN del virus, y el singular papel que jugaba una proteína como iniciadora del proceso. Pero la clave de la replicación del DNA Phi29 resultó ser la DNA polimerasa viral, un enzima que se puede utilizar como herramienta para amplificar cualquier genoma, de manera sencilla, rápida y fiable, por lo que es utilizada a nivel mundial en campos tan diferentes como la medicina forense, la oncología o la arqueología entre otras áreas. A día de hoy, su patente, ha sido más rentable del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Margarita ha sido también una gran pionera. Fue la primera mujer en ingresar en la Real Academia de Ciencias Exactas Físicas y Naturales, en presidir el Instituto de España, institución que coordina a las ocho Reales Academias Españolas, en acceder a la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos y en ser la primera científica en incorporarse a la Real Academia Española.
Entre sus muchos honores, tuvo el privilegio de depositar un legado científico en la Caja de las Letras del Instituto Cervantes, ha sido nombrada doctora honoris causa por doce universidades españolas, se le ha otorgado el título nobiliario de marquesa de Canero y, meses antes de morir, fue galardonada en Viena por la Oficina Europea de Patentes y Marcas con el Premio Inventor Europeo en su doble categoría “Logro toda una vida” y “Premio Popular”. Merecido colofón a una vida entregada a la investigación.
Lucía Viñuela Salas