Por Carlos Malpica Lizarzaburu
Miembro de la Sociedad Filatélica de Madrid
La casa fundada por Ferdinand Thomas y Charles Emile La Chambre es ampliamente conocida por los especialistas de la historia postal del Perú debido a las numerosas piezas que han llegado a nuestros días que, además de su valor filatélico, atestiguan de la actividad comercial de la empresa desde 1845.
La maison Thomas La Chambre alcanzó tal fama que las oficinas de Lima y Valparaíso fueron citadas por Julio Verne, junto a otras empresas prestigiosas, en su libro “De la Tierra a la Luna”, publicado en 1865. Como es lógico, por el origen de sus fundadores, la empresa tenía numerosos proveedores en Francia.
En lo que respecta al textil, uno de ellos era Jean-Baptiste Veillet, quien vivía en la ciudad de Moncontour, de la que fue alcalde y donde todavía subsiste la opulenta casa familiar.
En la carta que se reproduce aquí el Sr. Veillet escribe, empleando un papel gofrado de origen inglés, con fecha del 24 de febrero 1849, a la casa Thomas La Chambre en Lima para acusar recibo de tres cartas y dar por aprobadas las cuentas enviadas, dejando de paso una frase acusatoria sobre las prácticas comerciales de los competidores ingleses y apurando a sus interlocutores para que vendan el género antes de que se estropee (lo cual denota un buen conocimiento de la humedad prevalente en Lima).
En ese año, ya existía la comunicación a vapor por vía de Panamá para una rápida correspondencia marítima entre Francia y Perú. Todavía no se había construido el tren que facilitaría el transporte de mercancías entre la costa este y oeste del istmo. Por ello, para el envío de mercancías el paso por el estrecho de Magallanes, aunque arriesgado por la ocurrencia de numerosos naufragios, seguía siendo la opción preferida para el comercio de mercancía voluminosa y pesada. Los veleros franceses llevaban género diverso y regresaban en muchos casos con guano del Perú (en esa época por cuenta de la casa fundada por el inglés Anthony Gibbs; más tarde lo haría la propia maison Thomas La Chambre para aprovisionar a Francia y la Isla Mauricio).
El armador Marziou y Cie. tenía una flota que cubría la ruta hacia el Pacifico Sur desde el puerto de le Havre.
En febrero de 1849 le encargó el envío de mercancías al capitán Travaillot, como consta en los archivos del puerto de Le Havre (Armement et désarmement des bâtiments 1846-1854). El velero “Duc des Lorges” debía salir entre 20 y 25 de febrero y al final lo hace el 14 de marzo 1849, con una carga de 215 toneladas.
La carta que nos interesa será transportada por el “Duc des Lorges”. Se deposita en la oficina postal de la cuidad vecina de Quintín el 25 de febrero. La carta llega al bureau maritime de le Havre el 1 de marzo, previo paso por una oficina intermedia (la marca esta truncada, podría ser Honfleur). Lleva una doble marca que atestigua de portes pagados (marcas PD y P.P., esta ultima de tamaño inferior y aplicada encima de la anterior).
La llegada a Lima ocurre el 2 de agosto 1849 (así lo detalla el receptor y lo ratifica la documentación que detallo a continuación). Cabe subrayar que la carta no lleva marca de recepción, más si un numero 1 en la parte superior izquierda, correspondiente al pago local de 1 real correspondiente al pago de vía de mar). Esto es algo común para sobres dirigidos a la casa Thomas La Chambre que tenían un agente permanente en el Callao (lo cual les ahorraba el pago de transporte terrestre del Callao a Lima).
Archivo digital del puerto de Le Havre (Armement et désarmement des bâtiments 1846-1854) correspondiente a febrero de 1849.
Una sentencia judicial de la corte de Rouen con fecha 12 de Julio de 1851 nos cuenta que el capitán de navío Travaillot se dejó llevar por el canto de sirenas de la fiebre del oro en California y, no habiendo vendido toda su carga en Lima (tal vez también por afán especulador) pone al velero “Duc des Lorges” rumbo a la costa norte del Pacifico el 16 de agosto, llegando a la desembocadura del río Oregón el 12 de octubre donde vende el resto de la carga y declara el navío innavegable, pensando haber desaparecido para propios y ajenos en esa parte del planeta.
Un tal Sr. Giret, que le había encargado también cierta mercancía al capitán Travaillot, le gana un juicio a los armadores, que fueron capaces de encontrar al díscolo capitán, obligándole a rembolsar al menos en parte las ganancias con las que se había quedado, olvidando sin embargo de avisarle al Sr. Giret que habían sido capaces de tamaña hazaña.
Sentencia de la corte de Rouen de fecha 12 de Julio de 1851
Carlos Malpica Lizarzaburu nació en Perú, es ingeniero agrónomo y doctor en biotecnología. Colecciona sellos clásicos de Perú y Francia, con especial interés por la historia postal de los intercambios entre ambos países hasta 1879. Es Miembro de la Asociación Filatélica Peruana, Royal Philatelic Society of London y Postal History Society y ahora, nuevo miembro de la Sociedad Filatélica de Madrid (SOFIMA) donde le damos la bienvenida.
Muchas gracias, admirado y querido Carlos, por este interesante relato, documentado a través de una carta, que da pleno valor a eso que hemos dado en llamar Historia Postal. Y que en caso del Perú es, como bien sabes, especialmente grata para mí.
Aprovecho para darte la bienvenida a la Sociedad Filatélica de Madrid en la que, estoy seguro, te sentirás como en casa desde el primer día. Madrid es una ciudad abierta y acogedora, pese a su tamaño. Y nuestra Sociedad es un buen ejemplo de ello.
Un fuerte abrazo y, de nuevo, bienvenido Carlos.
Muchas gracias Eugenio por apadrinar mi entrada en SOFIMA. Agradezco también a José Pedro Gómez Agüero por la muy amable acogida del domingo pasado. Será todo un placer seguir compartiendo aventuras filatélicas con todos los miembros en Madrid.
Estimado Carlos, un entretenido y descriptivo articulo en que nos has compartido.
Felicitaciones
Me ha gustado mucho, magníficamente estudiado y documentado
Entrada por la puerta grande en la sociedad.
Bienvenido