Carlos I llegó a Castilla en el año 1517 sin conocer el idioma ni las costumbres españolas, ya que tras la muerte de su padre en 1506 y la ausencia de su madre, Juana la Loca, se quedó al cuidado de su tía Margarita de Austria, en su Corte de Malinas.
Emisión de 1958
Aunque tiene como preceptor al español Luis de Vaca, se educa preferentemente en el ambiente cultural francófono. Cuando fue proclamado rey de España, además, se rodeó de colaboradores borgoñeses a los que dio cargos importantes.
Carlos I utilizó los bienes y las subidas de impuestos, principalmente de Castilla, para cubrir los gastos externos y financiar los intereses que tenía en el imperio alemán. Todo esto creó desconfianza entre los castellanos que organizaron una rebelión contra él: la revuelta de las Comunidades, entre los años 1520 y 1522, en la que Toledo fue el núcleo central, aunque se extendieron por gran parte del territorio.
Comenzó en las ciudades que intentaban reivindicar su identidad castellana y terminó trasladándose a los pueblos en forma de revueltas anti señoriales.
Esposa del general comunero Juan de Padilla. Tras la muerte de su marido, asumió desde Toledo el mando de la sublevación de las Comunidades de Castilla
Emisión de 1968
Por otro lado, en Valencia, se inició una sublevación similar, pero de tipo social: las Germanías, que se desarrollaron entre 1519 y 1523 y que tenían como objetivo la reducción de la deuda pública.
Posteriormente este movimiento del pueblo se trasladó a Mallorca.
Todas estas revueltas fueron sofocadas duramente aunque dieron sus frutos y Carlos I comenzó a valorar a los castellanos: dio cargos importantes a la nobleza castellana y creó nuevos consejos de Estado, Hacienda, Indias e Italia.
Al rey le apremiaba acabar con estas revueltas ya que el rey Francisco I estaba intentando invadir España, a través de Navarra, con la intención de llegar a Castilla.
Ejecución de los Comuneros de Castilla
Obra de Antonio Gisbert Pérez (1860)
Correos emite un sello dedicado al quinto centenario del inicio de estas revueltas populares, que recoge una ilustración donde se pueden ver varios puños en alto como reflejo del pueblo que un día se levantó contra el gobierno de un rey con el que se sentía oprimidos.