A las 14:10 horas del día 19 septiembre de 2021 comenzó la erupción en la isla de la Palma, concretamente en la zona de Cabeza de Vaca, en el municipio de El Paso, después de días de intensa actividad sísmica.

De todos es conocido el origen volcánico de las Islas Canarias y, por ello, desde hace décadas, la actividad de todo el archipiélago se monitoriza 24 horas al día por parte del Comité Científico Vulcanológico de las Islas Canarias que realiza las predicciones necesarias garantizando así la seguridad de todos los ciudadanos.

Por ello, justo antes de la terrible erupción del Cumbre Vieja, se pudo desalojar a numerosas personas que vivían en la zona de peligro.

Numerosas familias han perdido sus hogares, sus medios de vida. Poblaciones completas quedaron sepultadas por los ríos de lava que, durante tres meses, el volcán vomitó sin tregua.

La erupción volcánica cesó, oficialmente, el pasado 25 de diciembre y está en una fase de desgasificación y enfriamiento de coladas de lava.

La isla cuenta con el territorio más joven de España y con un nuevo aspecto en una porción de su territorio, que recuerda el origen volcánico de las Islas Canarias.

Durante todos esos tres meses, la isla recibió el apoyo y la atención del resto de España, que se volcó con los palmeros organizando el envío de materiales, enseres personales y recursos económicos.

Todavía queda un largo camino hacia la reconstrucción y La Palma sigue necesitando mucha ayuda para empezar de nuevo, para continuar.

Pero no hay que olvidar que la isla es mucho más que ese 10% afectado por el volcán e invita al mundo a visitarla y disfrutar de un espacio natural único.

Correos emite un mini pliego con un troquel que tiene la forma de la silueta de la isla. Al fondo, la imagen del Cumbre Vieja y en el sello, uno de esos momentos impresionantes y bellos, pese a todo, en el que una noche cualquiera de esos tres meses de infierno, el volcán dejaba brotar desde su interior toda su fuerza en forma de fuego y lava.