Oliva Sabuco de Barrera fue una filósofa del Renacimiento que nació en 1562 en Alcaraz (Albacete).
Hija de un boticario, desde pequeña sintió enorme interés por el mundo de la medicina o la botánica.
En el año 1587 publicó Nueva Filosofía de la Naturaleza del Hombre, no conocida ni alcanzada por los grandes Filósofos antiguos, la cual mejora la Vida y la Salud humana, obra de carácter científico que fue un gran éxito en su época editándose en múltiples ocasiones, aunque fue recogida la segunda y expurgada la cuarta por la Inquisición.
Sabuco buscaba reformar la enseñanza de la medicina y la filosofía, puesto que las consideraba erróneas.
Una de sus aportaciones más importantes fue el tratamiento que propuso para la peste, determinando que el contagio se producía a través del aire, algo que contradecía a lo que se pensaba hasta entonces.
También, es muy interesante la descripción que hizo de la circulación de la sangre.
Portada del libro «Nueva Filosofía de la naturaleza del hombre»
Como pensadora fue también una adelantada a su tiempo al abordar cuestiones tan modernas como la libertad del individuo, la dignidad humana o el pacifismo.
Tanto la obra como la autora recibieron en su época grandes elogios, por su contenido científico, filosófico e incluso literario.
Oliva Sabuco fue considerada una de las plumas más brillantes del Siglo de Oro español, teniendo como admiradores a personajes de la talla de Lope de Vega, quien la llamó “musa décima”, algo realmente extraordinario ya que al igual que otras eruditas de su época obtuvo un gran protagonismo público en un mundo restringido y masculinizado generalmente cerrado a las mujeres.
Como ha sucedido con otras grandes mujeres, Sabuco fue ignorada por el simple hecho de ser mujer, pese a que sus trabajos eran igual de interesantes que el de algunos hombres.
A pesar de que en vida fue reconocida por sus coetáneos, pronto sus ideas fueron adoptadas por otros como propias y siglos después se le llegó a negar su talento.