La Tercera Guerra Carlista se inició el 18 de diciembre de 1872 como una guerra de guerrillas de marcado carácter rural. Esta contienda tuvo dos antecedentes: La sublevación de agosto de 1870 y la de abril de 1872.
El Gobierno pronto se dio cuenta de que tenía en ciernes una sublevación en toda regla y el 7 de enero ordenó la reorganización del Ejército de Operaciones del Norte (EON) poniendo al frente del mismo al teniente general Domingo Moriones que ya había combatido con éxito a los carlistas en la revuelta de abril de 1872.
El Gobierno no valoró adecuadamente las fuerzas y sobre todo las simpatías que la población rural vasco-navarra, catalana y del maestrazgo sentía por la causa carlista, que poco a poco empezó a controlar amplias zonas rurales en todas ellas.
Figura 1. El infante Carlos María Isidro
En la conferencia se desarrolla los movimientos militares de la contienda en sus primeros meses y como el Correo y los particulares intentaron resolver las muchas dificultades que se encontraron para mantener el curso de su correspondencia.
El ponente, Julio Peñas Artero, es un coleccionista muy conocido por todos los filatélicos, autor de numerosos libros, estudios y artículos, publicados en distintos medios. Es vicepresidente de SOFIMA. Bibliotecario de la Real Academia Hispánica de Filatelia e Historia Postal, y miembro de AFINET. Como coleccionista centra su atención en la filatelia e historia postal de España y sus colonias en el siglo XIX: Filatelia carlista, habilitados por la nación, variedades, matasellos, franquicias militares, engaños al correo, correo interior de localidades y el transporte de periódicos e impresos en el correo. Autor de los siguientes libros:
El correo oficial y la tarifa especial de las corporaciones provinciales y municipales (1854-1866). Estudio de AFINET nº 1; El baile de los matasellos 1850-1899. Estudio de AFINET nº 5.
Su discurso de ingreso en la Academia se publicó con el título «El correo carlista vasco-navarro, sus fechadores y matasellos.»
Autor de diversos artículos publicados en Academus, Atalaya Filatélica, Boletines de la EXFILNA 2010, 6 Cuartos Digital, El Rincón de Julio (Web de AFINET) y conferenciante habitual dentro del ciclo de conferencias de SOFIMA/FESOFI.
Figura 2, circular remitida por el Gobierno de la provincia de Navarra al alcalde de Tulebra solicitándole que inicie la búsqueda y captura del armamento abandonado por los carlistas.
Como decíamos, la Tercera Guerra Carlista se inició el 18 de Diciembre de 1872 cuando una partida procedente de Francia cruzó la frontera por el río Bidasoa comenzando una guerra de guerrillas.
Esta primera fase de la sublevación se caracterizó por acciones aisladas por sorpresa, evitando entablar combate con las unidades del Ejército liberal que salían en su persecución.
Figura 3. 2-FEB-1873. De Villafranca del Ebro (Navarra) a Zaragoza 8-Sep-1870.
En el texto de la carta de la figura 3, se informaba de como una partida carlista quemó la estación, desarmó a la guarnición, sacó 40.000 reales del Ayuntamiento e incluso les dejó sin correo. Por eso la carta fue aceptada sin franqueo cuando por fín se reabrió el servicio.
Desde los inicios de la guerra, aunque los carlistas todavía no habían ocupado ninguna localidad, su dominio sobre amplias zonas rurales y la ejecución de sabotajes sobre las vías férreas dificultaban mucho la circulación del correo. La línea Bilbao – Castejón se cerró al tránsito ferroviario el día 5 de marzo de 1873 cuando el Jefe de la estación de Inoso llegó a Miranda de Ebro con todo su personal obligado por los carlistas que prohibieron que continuase el servicio.
Ante la imposibilidad de transportar mercancías por vía terrestre la Junta de Comercio de Vizcaya estableció el 8 de marzo un servicio especial de transporte a través del río Nervión entre Bilbao y Castro-Urdiales (Santander) y alcanzando un acuerdo con el Correo para sacar por esta misma vía la correspondencia. Los cuños «Por Vapor» (figura 4) solo se estampaban en el correo saliente de Bilbao y por contra no se estampaban, ni se cobraba suplemento alguno, al correo que se recibía, aunque venían en los mismos barcos cuando hacían el viaje de vuelta desde Castro-Urdiales.
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Figura 4. Los dos tipos de cuño “Por vapor”
A partir del 22 de mayo el Gobierno de la República se hizo cargo del transporte del correo por vía fluvial dándole carácter de servicio público gratuito, a partir de entonces se dejaron de utilizar las marcas «Por Vapor» aunque el correo, tanto de entrada como de salida a Bilbao, siguió circulando a través de vapores ya que el transporte del correo por vía terrestre desde o hacia Bilbao no volvería a estar operativo hasta el final de la guerra.
Figura 5. Anotación manuscrita “por Santander
Se establecieron 3 líneas marítimas diferenciadas para el transporte del correo:
1. De Santander a Socoa (San Juan de Luz) con parada en San Sebastián y viceversa.
2. De Santander a Bilbao con parada en Castro-Urdiales y viceversa (Figura 5)
3. Directo de Bilbao a San Sebastián y viceversa.
Todas estas cuestiones se reflejan en la aparición de cartas con curiosos tránsitos que atestiguan todas estas situaciones extraordinarias que se están produciendo y ante las cuales no solo reaccionaron las autoridades postales sino también los propios particulares con anotaciones manuscritas.
Después de las primeras localidades ocupadas por los carlistas, sus comunicaciones postales, tanto oficiales como particulares, quedaron interrumpidas ya que los carlistas no habían podido establecer una organización del correo estable. El transporte del correo oficial en estos primeros meses se llevaba en mano por medio de soldados y justicias.
Figura 6. Anotación manuscrita “por Ramales”
Carta de 7 de junio de 1873. De Avilés a Valmaseda
Una de las últimas cartas conocidas con franqueo liberal dirigidas a un pueblo vizcaíno.
En cuanto una localidad era ocupada por los carlistas cesaba el correo liberal y sus habitantes empezaban a idear procedimientos y rutas alternativas para enviar y recibir su correo al resto de España. El gobierno de Madrid y el gobierno de Estella nunca alcanzaron un acuerdo para intercambiar correo, es más, ambos lo prohibieron expresamente considerándolo contrabando. La única solución para transportar el correo fue a través de propios, amigos o mensajeros.
A partir de mediados del mes de agosto, Pamplona dejó de tener servicio de Correos y tuvo que estar asistida por Tafalla por medio de convoyes fuertemente armados que a medida que aumentaba la presión carlista se espaciaban más y más en el tiempo. Tafalla quedó como estación término de la línea Alsasua- Pamplona – Castejón – Zaragoza hasta el final de la contienda y en ella se estableció el Cuartel General del Ejército del Norte.
El 10 de septiembre se suspendió el servicio de trenes entre Vitoria y Miranda de Ebro que en adelante sería estación término de la Línea del Norte y en ella estableció el Ejército de Operaciones del Norte el segundo de sus Cuarteles Generales. Vitoria quedará completamente aislada a partir del 10 de septiembre y en adelante deberá ser sostenida por medio de convoyes fuertemente escoltados que se encargarán además del transporte del correo.
Los convoyes tanto en Pamplona como en Vitoria se fueron espaciando en el tiempo en función de la mayor o menor presión carlista. Los particulares también empezaron a utilizar los servicios de propios y mensajeros, además de aprovechar los servicios de amigos y parientes.
Figura 7. Abril de 1874. De Vergara a Zaragoza
El 26 de septiembre el Comandante General de Guipúzcoa nombra a Juan Antonio de Esnaola como Administrador del Correo de Villareal de Zumárraga. Esnaola se encargó de organizar el servicio de correos en Guipúzcoa abriéndolo de forma inmediata para el transporte del correo oficial.
La primera carta que se conoce circulada por el correo carlista está fechada el 30 de septiembre de 1873 y es una circular enviada por el propio Esnaola comunicando su nombramiento. El servicio para la correspondencia particular se inició el 6 de noviembre circulando las cartas a portes debidos. Como no existían todavía los sellos carlistas se estampaba una marquilla de 1 Real dentro de un ovalo por cada 15 gramos de peso.
Las Direcciones de Correos de Vizcaya, Guipúzcoa, Alava y Navarra se reunieron el 15 de Noviembre de 1873 en Vergara para establecer un Convenio Postal común a toda la zona carlista Vasco-Navarra. Entonces se creó una tarifa única para el correo particular de 1 real por cada 15 gramos de peso o fracción con independencia de que la carta cambie o no de provincia a satisfacer con sellos de correos. El servicio se inició el 1 de diciembre en Alava, Guipúzcoa y Vizcaya mientras que en Navarra empezó el 1 de enero. En la figura 7 carta fechada en abril de 1874 y enviada desde Vergara a Azpeitia (Ambas en Guipúzcoa) franqueada con sello carlista.
Vergara y Azpeitia fueron ocupadas por los carlistas el 10 de agosto de 1873. En la figura 8 carta de 26 de junio de 1874 de Bermeo a Bayona con franqueo carlista. Bermeo fue ocupada por los carlistas en julio de 1873.
Figura 8. 26-Jun-1874. De Bermeo (Vizcaya) a Bayona
El ejército de Operaciones del Norte inició el 7 de diciembre un atrevido y exitoso movimiento desde Navarra para socorrer a Tolosa que corría peligro de caer en manos liberales. Como consecuencia, Moriones, reorganizó sus y se dispuso a volver a sus posiciones iniciales. En un principio planeó cruzar por tierra, pero el Gobierno le advirtió del enorme riesgo que esa marcha supondría y le recomendó retirarse por mar hasta Santander.
El 23 de diciembre inició su retirada por mar, que finalizó el 27. Aquel fue un momento de máximo apogeo moral para los carlistas al haber conseguido que el EON rehuyera el combate en una retirada muy controvertida, ya que en el siglo XIX rehuir el combate era un acto de máximo deshonor.
Varias naciones europeas esperaban una acción decisiva para reconocer a Carlos VII como pretendiente a la corona de España. Fue en ese monento cuando Carlos VII decidió iniciar el hecho de armas más importante de la guerra: la toma de Bilbao. La noche del 28 al 29 de diciembre los carlistas cortaban definitivamente la navegación por la ría a su paso por Zorroza incomunicando así a Bilbao y Portugalete del resto de la Nación. Desde el 28-XII-1873 al 2-V-1874 Bilbao vivió 125 días de asedio absoluto, sin comunicaciones postales.
Figura 9. 27 de diciembre de 1873. De Bilbao a París.
Julio Peñas termina su conferencia, mostrando un frontal que, según sus propias palabras señala la fecha verdadera del comienzo de la tercera Guerra Carlista, 27 de diciembre de 1873 (figura 9) circulada en el último vapor-correo que pudo salir de Bilbao antes del corte de la ría por parte de los carlistas, iniciándose así el bloqueo de Bilbao. En la próxima conferencia se verán las batallas importantes que vinieron a continuación.
Por Raimundo Almeda
Miembro de la Sociedad Filatélica de Madrid
Aquí puedes acceder a los contenidos de la conferencia
150 Aniversario del comienzo de la Tercera Guerra Carlista (PDF)