El paisaje cultural de la Serra de Tramuntana

El paisaje cultural de la Serra de Tramuntana

Entre las abruptas laderas de la cadena montañosa paralela a la costa noroccidental de la isla de Mallorca, se extiende un impresionante paisaje que por su situación y orografía, lo hace especialmente singular.

Mirador de Son Marroig

Mirador en la finca de Son Marroig

La agricultura milenaria en un ambiente con escasos recursos de agua ha transformado el terreno y muestra una red articulada de mecanismos de gestión del agua entre las distintas parcelas que es de origen feudal.

El paisaje está formado por cultivos en terraza y mecanismos de distribución del agua interconectados que incluyen molinos hidráulicos, así como construcciones de piedra sin argamasa y granjas.

El 29 de junio de 2011 la Serra de Tramuntana fue declarada Patrimonio Mundial por la Unesco en la categoría de Paisaje Cultural.

Esta distinción hace referencia al resultado de la perfecta mezcla entre los factores naturales y humanos, tal como establece el Convenio Europeo del Paisaje.

Cabo de Formentor

Cabo de Formentor

El Consorcio Serra de Tramuntana impulsa políticas de mejora y conservación de todos estos elementos y de los valores, tangibles e intangibles, con acciones que buscan la implicación y la participación de todas las personas que viven y trabajan y que tienen como objetivo mejorar la intervención humana y la sostenibilidad del territorio de la Serra de Tramuntana Patrimonio Mundial.

La Serra de Tramuntana engloba una mezcla perfecta entre el ser humano y la naturaleza. Esta relación que se ha ido desarrollando durante siglos, ha dado como resultado una gran obra humana en la cual se mezclan cultura, tradiciones, estética, espiritualidad e identidad.

MatasellosEl sello, enmarcado en una hoja bloque, recoge un detalle de una de las imágenes más reconocibles de esta zona, donde se aprecian los bancales o marjales tan característicos del lugar, donde la naturaleza de la montaña y el mar entra en una simbiosis excepcional con el producto de la mano del hombre, con los cultivos y construcciones que pese a mantener el espíritu de un origen ancestral, se ha ido adaptando a las necesidades de las nuevas generaciones y al avance de los tiempos.

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