El “Archivo Carminati” es el único gran archivo de cartas del siglo XVII de los grandes mercaderes italianos, conducidas tanto por escarcela como mediante propios, arrieros y viajeros particulares. En el transcurso de su presentación, Eugenio de Quesada ha mostrado varias piezas de este excepcional archivo que forman parte de su colección.
La ponencia se basa en una ampliación del estudio-colección que ya fue galardonada con Medalla de Oro Grande en la pasada edición de la Exposición Filatelia Nacional (EXFILNA) y en la que está basado el libro del mismo título, publicado en la Biblioteca de Estudios de SOFIMA que también fue reconocido con la medalla de Oro Grande y Premio Especial de Literatura en el certamen desarrollado en Irún.
Eugenio de Quesada, tiene un largo historial filatélico. Además de vicepresidente de la Sociedad Filatélica de Madrid, es miembro de la Real Academia Hispánica de Filatelia e Historia Postal (RAHF e HP), Académie Européenne de Philatélie (AEP), Sociedad Filatélica Sevillana (SOFISE), Sociedad Valenciana de Filatelistas (SOVAFIL), Cuban Philatelic Society of America (CPSA) y de la International Cuban Philatelic Society (ICPS).
1650 (15 de julio). Carta circulada fuera de valija entre Albacete y Madrid, dirigida a Pedro y Marco Carminati, remitida por el mercader Pedro Vidara. La misiva fue transportada por el arriero Juan Ruiz, tal y como figura en la anotación del ángulo inferior izquierdo de la cubierta, manuscrita por el remitente. Siete años anterior a la más antigua carta de cosario conocida.
Es, además, editor y director de “EL ECO Filatélico y Numismático”, revista de filatelia líder en lengua española y órgano oficial de FESOFI y dirige la biblioteca ‘Estudios EL ECO Filatélico’.
El Archivo Carminati es el único gran archivo existente en manos privadas de correspondencia con España y territorios del Imperio Español de un mercader italiano del siglo XVII.
Constituye el mayor exponente del periodo denominado ‘Precursores’ en la época de los Privilegios Reales, otorgados a Hostes y Correos Mayores, que terminaría con la llegada de los Borbones, cuando en 1716 el Rey Felipe V incorporó el Correo a las Rentas de la Corona.
1674 (25 de septiembre). Carta circulada de Tortosa a Madrid, enviada por Miguel Estrucho Menor al mercader Antonio Carminati. En cubierta, anotada indicación de medio real de porte.
El interior de la carta ofrece evidencias de la práctica habitual en la época de remitir cartas bajo pliego, es decir, bajo la cubierta de pliegos dirigidos a distintos destinatarios.
El fondo principal del Archivo Carminati, está formado por piezas excepcionales de la correspondencia de los hermanos Pietro y Marco Carminati, mercaderes italianos con una vasta relación comercial a través del «correo de mercaderes» (o «de escarcela»), del que se han seleccionado seis piezas para esta presentación.
Se trata de correo de fraude o fuera de valija, conducido al margen de los Correos Mayores, tanto en España (Madrid, Barcelona, Valencia, Albacete y Alicante); como desde Italia (Bérgamo, de donde eran originarios), Milán, Nápoles y Venecia), Flandes (Amberes y Lille) y Provincias Unidas de Holanda (Ámsterdam), así como con potencias europeas: Austria, Portugal Francia e Inglaterra.
La primera de las piezas se trata de una carta circulada fuera de valija entre Albacete y Madrid, dirigida a Pedro y Marco Carminati, remitida por el mercader Pedro Vidara. La misiva fue transportada por el arriero Juan Ruiz, tal y como figura en la anotación del ángulo inferior izquierdo de la cubierta, manuscrita por el remitente. Por su fecha, 15 de julio de 1650, se trata de a la carta de cosario más antigua conocida.
1655, 12 de julio. Carta circulada entre Alicante y Madrid, dirigida por el corresponsal Pedro Vidanía a los hermanos Carminati. En la cubierta de la carta aparece reflejada la anotación “de avisso” (carta de aviso) escrito de mano del remitente.
Esta carta constituye uno de los primeros casos documentados en una colección privada en el que consta el nombre de un arriero o cosario en la cubierta de una carta aludiendo al transporte de correspondencia.
La conducción de correspondencia mediante arrieros, carreteros, acemileros y otra clase de transportistas de mercancías se encuentra documentada desde la Baja Edad Media, ya que constituía uno de los medios más seguros y económicos para hacer llegar una carta a su destino, aunque también era mucho más lento que el servicio de estafetas.
Este tipo de modalidad de envío de correspondencia fuera de valija se encontró prohibida durante la mayor parte del siglo XVII, dado que constituía una competencia desleal con los privilegios concedidos por la Corona a los Correos Mayores, no obstante, los arrieros operaron con cierta impunidad como fórmula alternativa de envío de correspondencia.
La segunda pieza mostrada por Eugenio de Quesada se trata de una carta, aparentemente sencilla, remitida de Tortosa a Madrid, enviada por Miguel Estrucho Menor al mercader Antonio Carminati. En cubierta, figura la indicación de medio real de porte. El interior de la carta ofrece evidencias de la práctica habitual en la época de remitir cartas bajo pliego, es decir, bajo la cubierta de pliegos dirigidos a distintos destinatarios. Una práctica ampliamente documentada, pero de la que nunca se han encontrado evidencias de esta práctica.
1655 (14 de julio). Carta de porte o recado acompañando mercancía, circulada entre Alicante y Madrid, remitida por Joseph y Juan Bautista Paraveccini a los hermanos Pedro y Marcos Carminati. Contiene la anotación en su cubierta: “con veynte y tres carros”.
La siguiente pieza se trata de una carta de aviso, circulada entre Alicante y Madrid, dirigida por el corresponsal Pedro Vidanía a los hermanos Carminati. En la cubierta de la carta aparece reflejada la anotación «de avisso» (carta de aviso) escrito de mano del remitente.
La anotación «de aviso» haría referencia a un préstamo concedido por importe de 6.420 reales de plata doble o su valor, que debía ser aceptado. La carta, probablemente, circularía «fuera de valija» dentro de los circuitos comerciales de la Casa Carminati con sus socios y clientes.
La siguiente carta mostrada en la presentación se trata de un ejemplar singular al ser una correspondencia que acompañaba un convoy de carros.
La carta de porte o recado acompañando mercancía, circuló entre Alicante y Madrid, remitida por Joseph y Juan Bautista Paraveccini a los hermanos Pedro y Marcos Carminati. Contiene la anotación en su cubierta: «con veynte y tres carros».
1669 (12 de agosto). Carta circulada de Amsterdam a Madrid. Remitida por Giovanni Paludania a Giovanni Battista Carminati. Contiene en su reverso un signum mercatoris inédito, formado por una roseta de cinco pétalos, en negativo, dentro de un círculo con adornos; que sería la única pieza conocida de este tipo de marca
Las dos últimas cartas presentadas, corresponden a marcas de mercader. Durante mucho tiempo las marcas más antiguas fechadas en el siglo XVII, fueron atribuidas erróneamente al Correo Mayor. Estas acuñaciones que ya aparecen en el siglo anterior correspondían a marcas de mercader, signum mercatoris, que utilizaban para identificar su propia correspondencia.
El primer ejemplar corresponde a una Carta circulada el 12 de agosto de 1669, de Ámsterdam a Madrid, remitida por Giovanni Paludania a Giovanni Battista Carminati. Contiene en su reverso un signum mercatoris inédito, formado por una roseta de cinco pétalos, en negativo, dentro de un círculo con adornos; que sería la única pieza conocida de este tipo de marca.
Los sellos de mercader estampados en los reversos de los sobrescritos constituían marcas de encaminamientos practicadas por otros mercaderes por cuyos circuitos comerciales había sido conducida la carta al margen del correo oficial.
La última carta circuló el 6 de abril de 1677 entre Viena y Madrid. La cubierta contiene un signum mercatoris estampado en seco, compuesto por un óvalo con corazón rematado por una cruz en forma de aspa.
1677 (6 de abril). Carta circulada entre Viena y Madrid. La cubierta contiene un signum mercatoris estampado en seco, compuesto por un óvalo con corazón rematado por una cruz en forma de aspa.
El archivo Carminati contiene un importante conjunto de marcas en seco como cuños y marcas de mercader en la cubierta de cartas procedentes de diferentes puntos de origen.
La práctica de los agentes encaminadores europeos de marcar aquellas cartas en las que colaboraban en su conducción de una forma tan sutil -como es la impresión en seco, sin tinta, de marca mercantil distintiva permitía al destinatario de la misiva conocer a quien debía agradecer la merced de haber llevado la carta a su destino; siendo probable que existieran catálogos de marcas de los mercaderes con intereses convergentes con los Carminati.
Aquí puedes acceder a los contenidos de la conferencia
El Archivo Carminati en “El Correo sin Correos” (PDF)