Por Juan E. Page
Miembro de la Sociedad Filatélica de Madrid

Hace unos días recibí una carta de Colombia, que por cierto tardó cinco semanas en llegar, certificada y con un peso de 60gr. Me llamó la atención el alto franqueo: 45.250.- pesos colombianos (COP) que me trajo a la memoria unas hojas de álbum en las que tenía una pequeña selección de sellos y franqueos correspondientes a periodos de inflación. Me decidí entonces a escribir una Curiosidad para esta nueva época.

El “modesto” billete de cinco millones de marcos de junio de 1923 tuvo una vida efímera

Sin duda la inflación más famosa es la de Alemania en la segunda mitad de 1923. La deuda de guerra llegó a ser tan monstruosa que la economía se hundió totalmente.

El “modesto” billete de cinco millones de marcos de junio de 1923 tuvo una vida efímera y es célebre una foto de niños jugando con una montaña de billetes que habían perdido su validez.

Los franqueos alcanzaron valores estratosféricos. Vamos a verlo en algunas cartas. La primera circuló de Berlín a París en septiembre de 1923, cuando las tarifas aún no eran muy altas, por lo que muestra un franqueo de “sólo” 750.000.- marcos. La segunda y la tercera son ya de octubre de 1923, una de Hamburgo a Königsberg, franqueada con 1.000.000.- de marcos y la otra de Frakfurt a Wetzlar, franqueada con 2.000.000.- de marcos.

Carta circulada de Berlín a París en septiembre de 1923, cuando las tarifas aún no eran muy altas, por lo que muestra un franqueo de “sólo” 750.000.- marcos	Carta circulada de Hamburgo a Königsberg en octubre de 1923, franqueada con 1.000.000.- de marcos

La última circuló de Colonia a Regensburg el 28 de noviembre de 1923, dos días antes de realizarse la reforma monetaria que terminaría con la escalada inflacionaria, y está franqueada con la friolera de 20.000.000.000.- (sí, ¡veinte mil millones!) de marcos.

Carta circulada de Frankfurt a Wetzlar en octubre de 1923, franqueada con 2.000.000.- de marcos	Carta circulada de Colonia a Regensburg el 28 de noviembre de 1923 franqueada con la friolera de 20.000.000.000.-

La velocidad del proceso fue tal, que no se pudo mantener la producción de nuevos sellos, debiendo aprovecharse las emisiones previas, en ocasiones ya inflacionarias, a base de sobrecargas.

Tal es el caso del sello de diez mil marcos que acompaño, de la, entonces, Ciudad Libre de Dánzig, habilitado mediante sobrecarga a trecientos millones de marcos, que, por cierto, se puede considerar un facial modesto para la época, ya que Alemania llegó a emitir sellos de cincuenta mil millones de marcos.

Un tema interesante para un coleccionista curioso, que podrá divertirse sin necesidad de gastar mucho dinero (aunque, si quiere, podrá gastarlo). Como hay otras inflaciones, me reservo material para una futura ocasión.