Enteros Postales (I)

Enteros Postales¿Sabes que existen postales y cartas que tienen el valor del franqueo impreso y no necesitan poner un sello? Se conocen como ENTEROS POSTALES y son anteriores incluso al sello de correos. Pueden y deben incorporarse en las colecciones temáticas, además de permitir colecciones especializadas con su propio reglamento.

En el siglo XVII la ciudad de Venecia ya estaba amenazada por el agua, y el gobierno de la República establece en 1608 que las cartas dirigidas a cualquier magistrado, oficina, colegio o Concejo de la ciudad, tanto en San Marcos como en Rialto (Sede de los Órganos centrales de gobierno) debía realizarse en pliegos especiales de «cuatro sueldos» que hoy son conocidos por los filatelistas como «A.Q.» por tener impresas estas letras junto al león de San Marcos, símbolo de la República. Las siglas «A.Q.» eran una abreviatura de «acqua», haciendo referencia a que el destino recaudado era la regulación de las vías fluviales de la ciudad. Por tanto, los «cuatro sueldos» eran en realidad un impuesto y no el porte del envío, pero por tener carácter obligatorio para todas las cartas, los pliegos sellados se consideran como el primer antecedente de los enteros postales, y por tanto pueden formar parte de las colecciones.

La joven gaditana Ana de Vicente ganadora en 2007 del Gran Premio de Portugal en clase juvenil y una de las representantes de España en la Exposición Internacional CHINA’2009, tiene la suerte de contar en su colección con uno de estos primeros documentos en su colección «ENCUENTRO DE DOS MUNDOS’ para ilustrar la influencia veneciana en la vocación marinera de Colón. Como nos cuenta en su explicación postal, «Este modelo de A.Q. estuvo en vigor desde el 1 de abril de 1752 hasta el 31 de marzo de 1.754, tipo león mirando a la izquierda, impreso en color negro».

Muchos años después, en mayo de 1840, Gral Bretaña emitía al mismo tiempo los primeros sellos del mundo y los sobres-carta conocidos como «Mubeady» por llevar dibujos del pintor irlandés William Mulready (1786-1863). Con un valor de uno y dos peniques se hicieron populares desde un primer momento y su particular diseño permite incluirlos en multitud de colecciones temáticas de temas tan diversos como fauna (elefantes, felinos o perros), ángeles, artesanía, asistencia social o correos.

En nuestro país el primer entero postal fue una tarjeta, aparecida en diciembre de 1873. En la propia tarjeta se indicaba que «Lo que debe escribirse se hará en el reverso e irá firmado por el remitente», en tanto que la dirección se colocaba en el anverso, lugar donde se encontraba el valor de franqueo.

Enteros PostalesEnteros PostalesLa madrileña Paloma Rodríguez López-Mesa, con la colección «Enteros Postales de España» es la única coleccionista juvenil de esta especialidad que ha participado en los últimos años en exposiciones nacionales e internacionales, alcanzando medalla de vermeil grande entre otras en Juvenia’ 2003 o JUVEX’2007 (Nacional portuguesa). En su primera página nos presenta las pruebas de emisión del primer entero postal español, según grabado de Joaquin Pi Margall y que correspondían a la tarjeta sencilla y a la doble (Se llaman así las que están preparadas con el franqueo para contestar al remitente)

En su segunda hoja presenta dos ejemplares del primer entero postal español, emitido durante la Primera República, uno con la indicación TARJETA ESPAÑOLA con J (Procedente de la primera serie, emitida el 1 de diciembre de 1873) y el segundo con el mismo texto, pero escrito TARGETA (Emitida en 1874), ambas circuladas.

Poco a poco, cartas, postales, fajas para periódicos, y más recientemente aerogramas, los enteros postales se fueron incorporando como una modalidad del correo, con tarifas más reducidas que suponían un ahorro para el usuario. Los motivos se diversificaron y han permitido formar parte de todas las colecciones temáticas.

La asturiana María García Fernández, autora de la colección «Su católica majestad: La monarquía española», medalla de vermeil en Juvenia’2007 y Sudposta’2008 (Alemania), utiliza en varias hojas enteros postales. Cuando habla de los símbolos del poder y, tras explicar que «El Trono Real es un asiento con gradas y dosel que utilizan los monarcas y otras personas de alta dignidad, especialmente en los actos de ceremonia», lo ilustra con una tarjeta postal portuguesa de $50 escudos dedicada a la Conferencia de Zamora (1143) en la que el rey leonés Alfonso VII reconoce el título de rey a Alfonso I de Portugal, y en otra página la efigie de Alfonso XII en un entero postal se incluye en la página dedicada a este rey.

La práctica totalidad de los filatelistas juveniles españoles utilizan enteros postales en sus colecciones. Pero no sólo se pueden utilizar las ilustraciones. En el próximo número veremos que el motivo o la modalidad de emisión también sirve para justificar su inclusión.


Publicado en “El Eco Filatélico”
Abril 2009

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