Siguiendo la serie filatélica Oficios Antiguos con la que en años anteriores Correos dedicó sellos a oficios como el de minero, vidriero o alfarero, este año será el singular oficio de sereno el protagonista de esta emisión.
El Pliego Premium recoge algunos de los elementos más representativos de esta profesión, como la gorra o el llavero.
Los sellos, troquelados con forma de llave y con una impresión metalizada, cuelgan de ese llavero, compañero inseparable del sereno.
Se tiene noticias de esta profesión desde al menos 1715, creándose el Cuerpo de serenos el 12 de abril de 1765. Su primera regulación conocida es el Real Decreto de 16 de septiembre de 1834.
Los serenos debían vivir en el barrio donde trabajaban, no tener antecedentes penales, tener entre 20 y 40 años y no tener otro trabajo que le impidiera estar trabajando por la noche.
Debían ser nombrados por la policía y ser personas de total confianza puesto que se encargaban de la seguridad de los bienes y las personas.
En sus inicios, las funciones que tenían era activar el alumbrado de la gran ciudad y hacer rondas nocturnas para preservar la seguridad en las calles.
Con el tiempo, comenzaron a desempeñar otras funciones como la de acompañar a los vecinos a sus casas y vigilar que no hubiera delincuentes alrededor de las casas.
Su uniforme consistía en un capote gris que más tarde pasaría a ser una bata del mismo color, una gorra de plato, un chuzo (palo para defenderse), un silbato y un manojo de llaves como el que se representa en el Pliego.
Su presencia era fundamental a partir de las diez de la noche cuando para entrar en la vivienda era necesario que el sereno abriera el portal. La persona que quería entrar en la vivienda alzaba el grito de “sereno” y éste acudía a su encuentro.
Esta profesión se extinguió en los años setenta aunque los que la conocieron nunca la podrán olvidar.