Origen y Evolución de los despachos de Vereda

David González CorchadoSegún el diccionario de Autoridades de 1739. Vereda significa la “senda, o camino angosto distinto y separado del Real”. “Díxose de vía recta, por ser comúnmente camino más derecho”. Con el mismo término también designa a “la orden o aviso, que se despacha para hacer saber alguna cosa a un número determinado de lugares que están en un mismo camino, u a poca distancia”. En definitiva, el documento que se conduce, acaba recibiendo el nombre de la vía por la que transita.

Con el título “Origen y Evolución de los Despachos de Vereda” nuestro querido amigo David González Corchado nos ha hablado de algo que no es nuevo, pero si es algo que se ha tenido ignorada desde el plano postal: se trata de las comunicaciones administrativas, conocidas como veredas; cartas que aparentemente no presentan marcas de cuño y que nunca hemos sabido interpretar debidamente.

David González Corchado es académico de la Real Academia Hispánica de Filatelia e historia postal, vicepresidente de la Comisión de Historia Postal de FESOFI, director de la revista Norba Filatélica y miembro de la Asociación Filatélica Cacereña desde hace más de 30 años, siendo actualmente su vicepresidente.

Investigador interesado en el periodo prefilatélico, especialmente de los siglos anteriores al XVIII; ha publicado numerosos artículos relacionados con esta temática en revistas especializadas españolas (Academvs, El Eco Filatélico, Revista de Filatelia…). También ha dictado gran cantidad de conferencias, algunas de las cuales han sido: “Las cartas del último Templario”, “La organización postal de la Inquisición Española”, “Los inicios del correo en España como servicio público y universal”, “el origen de los primeros porteos en las cubiertas de las cartas”, etc.

Despachos de Vereda. Carta de Trujillo a Robledillo

Carta de Trujillo a Robledillo (06.02.1643), con anotación “es del servicio de Su Majestad” mostrando así su condición de carta de oficio despachada probablemente a través de un ejecutor.

Su ámbito de coleccionismo se centra en la historia postal de su región (Extremadura) desde el siglo XVI hasta la Guerra Civil Española.

Las veredas fueron el sistema de comunicación administrativa más frecuente durante los siglos XVII al XIX. Las instituciones políticas de la monarquía se valieron de ellas para hacer llegar sus circulares y oficios a todas las poblaciones del Reino.

Por extensión el término se aplica a toda comunicación de oficio fuera de valija, pero autorizada por la Renta, emanada de las autoridades municipales.

En esta conferencia hemos conocido el funcionamiento de este método, así como el significado de anotaciones manuscritas visibles en las cubiertas de los sobrescritos como las alusivas al Real Servicio y Servicio Nacional, aquellas que denotan urgencia como «luego, luego», las que nos indican la forma de conducción: «de justicia en justicia», y los propios sellos administrativos de cuño que, contra lo comúnmente creído, nunca actuaron como franquicias.

Despachos de Vereda. Cartas circuladas con propios

Cartas circuladas con propios selladas en las estafetas de correo
Carta de Villagonzalo a Cáceres (12.05.1826)
“R.S.” “de la Justicia de Villagonzalo” “con propio”

Unas cartas tan habituales e imprescindibles en nuestras colecciones de prefilatelia como desconocidas en su correcta interpretación a la luz de la normativa vigente en su tiempo.

Se considera vereda o despacho de veredas al expediente que acompañaba disposiciones generales o comunicaciones oficiales que debían ser entregados a las autoridades de un número determinado de localidades. En este expediente se debía hacer constar la recepción del documento por parte de la autoridad municipal para su conocimiento y cumplimiento.

Es un tipo de comunicación administrativa circulada al margen del Servicio del Correo oficial, siendo por tanto correspondencia fuera de valija, aunque su circulación siempre estuvo autorizada por la Renta. Así, en la Ordenanza General de Correos, postas, caminos y demás ramos agregados a la Superintendencia General del año 1794, en su Título XX, sobre la conducción de cartas fuera de valija y resguardo de esta, estable en su Capítulo 1º que “Ninguna persona particular de cualquiera calidad o condición que sea, sin excepción alguna, podrá conducir carta ni pliego fuera de valija, […] a menos que lo haga de mandato de justicia.

Las primeras referencias a la utilización de las veredas aparecen recogidas en una Real Cédula de 5 de mayo de 1644 sobre recaudación de rentas reales y en otra de 25 de febrero de 1647, con la misma temática, aunque a los verederos se les denomina en ambas “ejecutores”.

Veredas despachadas por el Ejército Francés

Veredas despachadas por el Ejército Francés de Ocupación desde Trujillo (21.08.1811)
En las que conmina bajo amenazas a los pueblos del partido a que hagan entrega de los víveres necesarios para el mantenimiento de las tropas acantonadas en la ciudad.

El sistema de veredas, alcanzará en la segunda mitad del siglo XVIII su máxima plenitud. Coincidirá con los cambios introducidos en los gobiernos locales para mejorar el control de sus ingresos y gastos con la creación de las Juntas de Propios y Arbitrios, y con la aprobación por el Consejo Real de los reglamentos de propios y arbitrios de miles de localidades españolas, a partir de 1761.

La primera gran reforma de este sistema tuvo lugar en febrero de 1820. Ante las exposiciones de muchos pueblos que se quejaban de “las extorsiones y desembolsos que sufren por el crecido número de veredas, despachos y apremios que se les dirigen” la Circular del Ministerio de Hacienda estableció que “en lugar de los despachos de vereda con que ahora se dirigen, se remitirán con una carta-orden del intendente o subdelegado, encargando a las justicias el cumplimiento, y haciéndoles las prevenciones que convengan, y la de que anoten al pie de ella la diligencia del recibo, y la hora en que llega y sale del pueblo la vereda, para que se vea si hay morosidad en la circulación, y se castigue a la justicia que la cause”

Despachos de Vereda. Cartas y oficios con alusiones a la urgencia en sus cubiertasCartas y oficios con alusiones a la urgencia en sus cubiertas
Carta de Cáceres a Trujillo (05.03.1833)
“S.N. Urgentísimo”

Además “Luego que el corregidor, alcalde mayor o juez ordinario de la cabeza de partido reciba la expresada carta-orden con los ejemplares de las que se hayan de circular, se quedará con los de su pueblo, pondrá a continuación de aquella el recibo, y con un vecino de él dirigirá todo lo demás al inmediato, para que de justicia en justicia circule a todos los pueblos del partido por el orden más rápido”

De esta manera “Nada pagarán los pueblos por estas veredas ni a los conductores de ellas, pues será una carga vecinal, que cuidarán las justicias de repartir con toda igualdad”

El principio del fin del sistema de veredas viene marcado, en abril de 1833, por el establecimiento en cada capital de provincia de un diario o boletín periódico, en que se inserten todas las órdenes, disposiciones y prevenciones que tengan que hacerse a las justicias y ayuntamientos de los pueblos por cualquier autoridad.

Y “se prevendrá por cada uno de los ministerios a las direcciones generales y demás autoridades de sus respectivos ramos cesen en la expedición de veredas e impresión de circulares desde que se halle organizada la empresa del Diario en las respectivas capitales” como no sea en algún caso de extraordinaria urgencia”

Aquí puedes acceder a los contenidos de la conferencia

Origen y Evolución de los despachos de Vereda (PDF)

Un pensamiento en “Origen y Evolución de los despachos de Vereda”

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