Según algunos testimonios, el 15 de marzo fue la primera fecha elegida para celebrar del Día de la Madre durante el Imperio Romano.
Para llegar a celebrar esta fecha en mayo, hay que trasladarse a Estados Unidos, cuando dos amas de casa estadounidenses, Julia Ward Howe y Anna Reeves Jarvis, alzaron la voz de todas las madres que habían sido víctimas de la guerra civil americana que duró cuatro años. También, pidieron a la Casa Blanca que se instaurase el Día de la Madre el segundo domingo de mayo. Esta petición fue trasladada y aceptada por el que fuera presidente de los Estados Unidos, Woodrow Wilson.
En España la iniciativa partió de un funcionario del Servicios de Correos de Carlet (Valencia) también poeta, Julio Menéndez García, que animó a la población a enaltecer el amor de una madre.
Finalmente, el lunes 4 de octubre de 1926 se celebraba el que puede considerarse primer Día de la Madre en la capital de España y en algunas otras ciudades.
A imitación de Estados Unidos y otros países de Europa, años más tarde, comenzó a celebrarse la fiesta el segundo domingo de mayo, con los niños llevando flores a sus madres.
Al terminar la Guerra Civil, y por mediación de la Iglesia, comenzó a celebrarse el homenaje a las madres en toda España el 8 de diciembre, coincidiendo con la fiesta de la Inmaculada que rendía culto a la Virgen María.
El sello reproduce con una tipografía de carácter naif la palabra “mamá” en negro sobre blanco.
En 1965 se estableció definitivamente la fecha del primer domingo de mayo como día en el que se celebra a las madres y que ha llegado hasta nuestros días.
Ya desde entonces adquiría un sentido más comercial en el que se anima a los hijos y a los padres a regalar a las madres de la familia.