Por José Manuel Rodríguez
De la Sociedad Filatélica de Madrid (SOFIMA)
Secretario de la Real Academia Hispánica de Filatelia e Historia Postal.

La Unión Hispano-Americana fue una sociedad americanista con una gran influencia política y social a finales del siglo XIX y principios del XX.

De las mismas características e ideología fue otra sociedad coetánea: la Unión Iberoamericana, con la que se fusionó en 1890, aunque, seguramente, siguieron manteniendo la imagen y las revistas. De la descripción que hace de sus fondos la Biblioteca Nacional de España (BNE), sobre la revista de la Unión Hispano-Americana, extraigo el primer párrafo:

Descripción:

Revista mensual “para el fomento de las relaciones económicas entre España y las Repúblicas Americanas”, publicada “bajo los auspicios de los centros americanistas” el Centro de Cultura Hispanoamericana y la Unión Íbero-Americana, entidades presididas por los senadores Luis Palomo y Ruiz (1860-1932) y Faustino Rodríguez San Pedro (1833-1925), respectivamente. Comienza a publicarse en Madrid el 11 de noviembre de 1916, siendo su primer director el jurista, hispanista y exiliado exministro mexicano radicado en España Rodolfo Reyes Ochoa (1878-1954). Será una publicación ilustrada con numerosos fotograbados de actualidad, ocupando la portada de su primera entrega el retrato de escritor y entonces senador Rafael María Labra (1840-1918), considerado “el patriarca del americanismo” en España, a la vez que indica que será su colaborador de “honor”. En su programa editorial, se arguye que “el periodo lírico del americanismo ha pasado”, que España “debe buscar por todos los medios una aproximación con las Américas” y que “el acercamiento más urgente es el económico y mercantil”

La figura 1 reproduce la portada del primer número, publicado el 11 de noviembre de 1916, y la figura 2 la presentación de la misma en su primera página.

Figura 1	Figura 2

La revista, como elemento promocional, editó y distribuyó como obsequio, el entero postal de la figura 3.

Figura 3

Este entero es una carta-sobre anunciadora, emitida en la década de 1910, seguramente en 1916, a petición de la Unión Hispano-Americana. Va franqueado con un sello de Alfonso XIII, “Medallón”, de 10 céntimos, válido para su uso como carta en el interior de poblaciones, según tarifa de 1 de julio de 1905. La numeración es de color rojo del tipo FB3 (Padín).

La emisión de cartas-sobre anunciadores se inició en 1893 con las de Fábregas, con sello de 15 céntimos de “Pelón”, y continuaron en 1904 con las muy numerosas de 15 céntimos de “Cadete”. Todas ellas se financiaban con la publicidad y se ofrecían al público a un precio inferior al del franqueo, unas a 10 céntimos y otras a 5 céntimos.

Con sellos de “Medallón” solo se hicieron dos modelos, uno con franqueo de 25 céntimos, para cartas interurbanas según tarifa de 1 de agosto de 1922, del que solo se conoce un ejemplar, y el que presentamos hoy.

La singularidad de esta pieza es que es el único sobre anunciador previsto para el interior de poblaciones, así mismo es el único que se distribuyó de forma gratuita y, por último, es el único ejemplar conocido y, por tanto, de excepcional rareza.

Desplegado, figuras 4 y 5, tiene unas dimensiones de 34 cm x 25 cm

Figura 4	Figura 5

El éxito en la captación de anunciantes para la Carta Postal Regalo fue escaso en su primera, y seguramente única, emisión. De los 86 espacios preparados para anuncios solo se cubrieron 17, de ellos 13 anuncios sencillos, 2 dobles y uno triple, es decir algo menos del 20% de lo reservado. Un doceavo del espacio total era para el anverso del entero, donde iba el sello, el membrete de la revista y las líneas para la dirección. Un sexto del espacio estaba destinado para escribir el texto, con un encabezamiento del mismo:

……..de……………..de 191…
Sr…………………………………………………………

Lo que nos indica que estaba previsto para su uso en la década de 191..

A continuación muestro (figura 6) una ampliación de los distintos anuncios insertados en esta carta-sobre, lo que nos hace ver la heterogeneidad de los mismos.

Figura 6