Un nuevo sello se une a la serie Ocio y Aficiones dedicado en esta ocasión a la Astronomía eligiendo para ilustrarlo una fotografía nocturna de un cielo misterioso dónde aparece la cúpula del Planetario de Madrid.
El Planetario de Madrid: 35 años mirando hacia las estrellas
El ser humano desde la antigüedad, impulsado por la necesidad y también por la admiración hacia la naturaleza y su realidad, ha desarrollado un instinto de exploración inherente a su propia condición, que lo ha llevado a recorrer los rincones más recónditos de su planeta. Quizá también por ello, ha relacionado el cielo con todas aquellas cuestiones que trascienden el mundo material e inmediato: el amor, el destino, la fortuna, la vida y la muerte. Ese espíritu de aventura y fascinación ha ampliado las fronteras de su conocimiento y a la vez su ansia por conocer todo lo que le rodea. Así surgió la Ciencia.
Desde que abrió sus puertas en septiembre de 1986, más de 7 millones de visitantes han visitado el Planetario de Madrid. Además de su actividad ordinaria, en la que el público puede visitar exposiciones y presenciar las películas fulldome en la cúpula de proyección, en este Centro se realizan también otro tipo de actividades extraordinarias muy variadas: cursos de astronomía, talleres infantiles, conferencias, conciertos, observaciones con telescopios, etc. que atraen a miles de personas; y también muchas actividades online con un impacto de millones de personas de todo el mundo presenciándolas.
A lo largo de los años, el Planetario de Madrid se ha convertido en un referente científico y cultural y ha creado una marca propia muy importante en nuestro país y fuera de nuestras fronteras.
Bajo la cúpula del Planetario se establece un diálogo entre la ciencia y la música. Gracias a la perfecta simbiosis entre el espacio del universo y el tiempo de la música, el espectador disfruta de la belleza de las imágenes del Cosmos, surca sus rincones más singulares, descubre mundos alrededor de otras estrellas; asiste a su nacimiento, evolución y muerte; se adentra en el interior de los agujeros negros; presencia choques entre galaxias y vislumbra cómo pudo ser el origen del Universo.