Alfredo Miguel Martínez, miembro de la Junta Directiva de SOFIMA, desarrolló el pasado 19 de abril una interesante conferencia sobre las Emisiones de la Primera República Española un tema que viene estudiando en profundidad desde hace más de una década, lo que es mucho decir en un joven filatelista que se ha hecho ya un hueco entre los estudiosos del sello español.

Alfredo, comenzó la disertación comentando el complicado entorno económico-social de la época y las cinco emisiones aparecidas en el corto periodo republicano, revisando pruebas de punzón, muestras, maculaturas y las principales variedades que presentan las emisiones (tipos de papel, calcados, dentados y color). A continuación analizó la abundancia de falsificaciones de la emisión de 1873, señalando una docena de falsos postales del 10 cts, Pasó a detallarnos el caso singular del falso postal («anunciado», según nos dijo) del 10 céntimos de la Alegoría de la Justicia del año 1874 para el que, en lugar de realizar un dibujo propio, utilizaron el diseño preparado en 1866 para los fiscales de Derecho Judicial y Secretaría de Audiencias. Mostró los elementos diferenciadores de las dos emisiones, realizadas en un vano intento de frustrar las falsificaciones, como pudo verse en una carta de 14 de julio de 1874, con un falso postal empleado sólo dos días después de la aparición de la serie de Alegoría de la Justicia. Las consecuencias: la efímera validez postal del efecto: del 1 de julio al 1 de octubre del año 1874.

Un segundo punto fueron las marcas postales utilizadas en el periodo, de una amplia variedad que recoge desde los rombos de puntos a matasellos de emisiones anteriores: parrillas, arañas, marcas prefilatélicas, certificados, etc, para pasar a los franqueos, en particular los incorrectos e inusuales. Entre los primeros se encuentra el uso indebido de las emisiones de impuesto de guerra, ya sea como sellos de carácter postal, empleo en documentos que no los necesitaban y la utilización con intenciones de defraudar al correo. Entre los segundos mostró pliegos con destinos poco habituales, con errores de redondeo al alza cuando los importes eran elevados y tasas por franqueos inadecuados, todo ello demostrando un profundo estudio de tarifas y rutas del correo.

Dentro de este apartado señaló la situación producida en Tarragona al no llegar los sellos de la nueva emisión de Impuesto de Guerra de 1875, lo que obligó a habilitar emisiones anteriores e incluso sellos de Impuesto sobre ventas para pagar la tasa.

Una magnífica conferencia que promete continuar con otros temas de similar interés.