En un mundo en constante cambio, donde la tecnología avanza a pasos agigantados, los oficios tradicionales comienzan a desdibujarse. Sin embargo, para honrar y preservar estas prácticas ancestrales, se emite un nuevo sello conmemorativo dedicado al oficio del herrero, un homenaje a la maestría y la tradición que han marcado la historia de numerosos pueblos.
El sello, que captura la esencia de este antiguo oficio, se presenta como un tributo a los herreros, quienes han jugado un papel fundamental en el desarrollo de la civilización. Desde épocas remotas, la figura del herrero ha sido sinónimo de fuerza, habilidad y creatividad. Con su forja y martillo, estos artesanos eran capaces de transformar la humilde materia prima en herramientas vitales para la vida diaria, armas de defensa y bellas obras de arte.