CHASQUIS, ICONO DEL CORREO EN AMÉRICA

Capítulo IX

El misterio de los Quipus

Eugenio de Quesada
De la Real Academia Hispánica de Filatelia e Historia Postal
Vicepresidente de la Sociedad Filatélica de Madrid

“se la presto al Chasqui”

1774, 2 de diciembre. Carta completa conducida con Chasqui hasta Girón, con leyenda manuscrita “Dn. Franco. Franco sela Presto al Chasqui”. Única carta conocida con alusión personal de entrega al Chasqui en la cubierta. Colección De Quesada.

Pese a carecer de un lenguaje escrito como el de los españoles, el Imperio Inca contaba con un singular instrumento de comunicación, que era utilizado y transportado por los Chasquis, el sistema de almacenaje de información llamado Quipu, que permitía a los Chasquis y otros servidores del Inca almacenar información, esencialmente numérica. El Quipu (nudo, en lengua quechua) era un instrumento confeccionado con lana, algodón o con ambos componentes intercalados.

Los quipus están formados por una cuerda principal (gruesa y horizontal), que sirve de soporte, de la que cuelgan cuerdas secundarias (delgadas y verticales), de las que, a su vez, podían colgar otras cuerdas subsidiarias, pudiendo llegar a superar el millar, y contando cada cuerda con una cantidad variable de nudos múltiples o de formas diversas, mediante los cuales se almacenaban los datos26.

El Quipu es descrito por el Inca Garcilaso de la Vega, al relatar que “otros recaudos llevaban, no de palabra, sino por escrito, digámoslo así, aunque hemos dicho que no tuvieron letras, las cuales eran nudos, dados en diferentes hilos de diversos colores, que iban puestos por su orden, mas no siempre de una misma manera, sino unas veces antepuesto el un color al otro, y otras veces trocados al revés; y esta manera de recaudos eran cifras, por las cuales se entendía el Inca y sus gobernadores, para lo que había de hacer”.

El gran cronista mestizo llegó a sugerir cómo interpretar la información contenida en el Quipu, al afirmar que “los nudos y los colores de los hilos significaban el número de gente, armas, o vestidos, o bastimento, o cualquier otra cosa que se hubiese de hacer, enviar o aprestar”, concluyendo que “a estos hilos anudados llamaban los indios Quipu (que quiere decir “anudar y nudo”, que sirve de nombre y verbo), por los cuales se entendían en sus cuentas”27.

Algunas hipótesis que intentan explicar cómo funcionaba el Quipu, atribuyen a esta jerarquización de las cuerdas el orden o importancia de los datos que registraban, ya se refirieran a personas, ganado, mantas, etc. Una borla al inicio del cordón principal, por ejemplo, podría indicar el lugar o la jurisdicción a que se refería la información contenida en un determinado Quipu.

Figura IX. Grabado inglés de “La Conquista del Perú” que representa a un Chasqui portando el Quipu y llegando a la carrera al tambo donde será relevado (izquierda), y un Chasqui espera preparado para el relevo, a la puerta del tambo, al Chasqui que le entregará el Quipu y el recado verbal (derecha).

El Quipu era, por tanto, un sistema de archivo visual y táctil de información, que contenía datos precisos, sin adjetivos ni interpretaciones. No sería, como se ha afirmado, un paso previo a la escritura que traerían los conquistadores españoles, sino “el camino no tomado”, según Salomon28, o una opción distinta a la del lenguaje escrito.

No estamos, por tanto, ante una forma de escritura basada en signos con interpretación fonética o hablada, pero sí ante un instrumento destinado al almacenamiento de información, mediante signos visuales y táctiles (que serían los diversos tipos de nudos en sus diferentes posiciones, jerarquías y colores), y que contenían datos concretos.

El responsable del Quipu era el Quipucamayo (Quipu-camayoc, “el que puede” [leer el Quipu] en quechua), un erudito del Incanato especializado en su fabricación y conservación, que sabía interpretarlo, además de introducir y actualizar la información numérica que contenía, procediendo con facilidad a su lectura, mediante la decodificación de los datos o cifras que expresan los nudos.

No parece verosímil que cada Quipucamayo sólo supiera interpretar su propio Quipu, y se especula con la existencia de ancianos Quipucamayos que acumulaban y trasmitían su saber a sus aprendices y a los Chasquis, los cuales podrían tener acceso a todos los datos acumulados en un gran archivo central de Quipus, lo que les convertía en personas socialmente muy respetadas en el Imperio Inca.

NOTAS

26 ZAPATA, Antonio: “Sucedió en Perú: los Quipus”. Videolibro Curso 2° U3° Civilización. Ed. eBiolibros S.A.C. (Video disponible en YouTube). Lima, 2014.
27 Op. Cit en nota 11.
28 SALOMON, Frank: “Los quipocamayos”. Ed. Instituto de Estudios Peruanos. Lima, 2006.

BIBLIOGRAFÍA (IX)

—GARCÍA, Gregorio: “Origen de los Indios del Nuevo Mundo” [1607]. Franklin Pease G. Y. (estudio preliminar). Edición facsimilar sobre la segunda edición de 1729. Biblioteca Americana. Fondo de Cultura Económica. México, 1981.
—GARCÍA HEVIA, José María: “El Correo Mayor de las Indias (1514-1768)”. De  ‘Actas del XII Congreso Internacional de Historia del Derecho Indiano’, vol. 2. Toledo, 1998.
—GARCILASO DE LA VEGA, Inca: “Comentarios Reales de los Incas” [1609]. Aurelio Miró Quesada (prólogo, edición y cronología). Biblioteca Ayacucho, Colección Clásica, 2 vols.: tomo I (núm. 5) y tomo II (núm. 6). Caracas, 1976.
—GARRIDO CONDE, María Teresa: “La primera creación del Virreinato de Nueva Granada (1717-1723)”. Ed. Escuela de Estudios Hispano-Americanos. Sevilla, 1965.
—GLAVE, Luis: “Tambos y caminos andinos en la formación del mercado interno colonial”. De ‘Anuario de Estudios Americanos’, tomo XLV: pp 83-138. Ed. Escuela de Estudios Hispano-Americanos. Sevilla, 1988.

Fuente principal: DE QUESADA, Eugenio. “Los Chasquis en el Nuevo Reino y el Virreinato de Nueva Granada”. Revista ‘Academvs’ nº 21 (Febrero 2017). Real Academia Hispánica de Filatelia e Historia Postal. Madrid, 2017.