Julio Peñas, miembro de la Junta Directiva de SOFIMA y Académico de la Real Hispánica de Filatelia, desarrolló el pasado 30 de noviembre una interesante conferencia con un tema poco conocido: “Los sellos habilitados por la Nación (1868-1869)”.
Pocas especialidades resultan tan complicadas como el estudio de los sellos habilitados por la nación. Una especialidad especialmente por denostada dentro de nuestra filatelia. Uno de los grandes problemas de estos sellos es la falta de documentación al no existir documentos oficiales que justifiquen el cómo y el porqué de la estas habilitaciones motivado por el vacío legal producido en este periodo tan convulso de nuestra historia.
Inicialmente Julio establece una definición sobre lo que se denomina “habilitado por la nación” como “aquellos sellos de los años 1867 a 1869 en los que, tras el derrocamiento de la Reina Isabel II y como consecuencia de una Orden de fecha 30 de septiembre de 1868 dada por la Junta Revolucionaria que tomó el poder en Madrid, se estampo sobre la efigie de la ex Reina la frase “Habilitado por la Nación”.
Habilitación de Andalucía
Esta Orden no solo afectó a los sellos de Correos, fue extensiva a otros documentos oficiales, sellos de Telégrafos y sellos de las colonias de Cuba y Filipinas lo que hace que este trabajo sea todo un conjunto que permite establecer similitudes y comparaciones que ayudan en el desarrollo de estudio.
Habilitación de Teruel
La habilitación se realizaba de forma manual a partir de las matrices realizadas por la Fabrica del Sello, con lo que es imposible encontrar dos habilitados iguales y teniendo en cuenta el volumen de trabajo que este sistema suponía en muchas ocasiones ni siquiera se realizaba o al menos no en todos los ejemplares. Con esto se da la paradoja de que será en poblaciones pequeñas, donde el número de sellos franqueados es menor, donde se encontraran las piezas que muestras las mejores habilitaciones.
Existieron dos cuños oficiales distribuidos por la Fabrica del Sello, pero en algunas provincias e incluso poblaciones aisladas, mientras se confeccionaban y repartían estos cuños oficiales se crearon otros a su libre albedrio y se empezaron a utilizar. Apoyándose en piezas de su propia colección Julio ha ido mostrando las distintas habilitaciones conocidas de cada región o localidad.
Habilitación de Llanes
En algunas provincias donde se crearon cuños particulares y a las que posteriormente les fueron repartidos otros oficiales, mantuvieron en uso ambas habilitaciones. Mientras que en otros lugares donde no se recibió ninguna marca, llevados por el furor revolucionario de los primeros días, se estamparon a mano marcas muy variadas conocidas como “habilitaciones manuscritas”.
Habilitación Manuscrita
La obligación de habilitar los sellos de correos duró hasta la puesta en circulación el 1º de enero de 1870 de los sellos correspondientes a la emisión de la “Matrona”, efigie alegórica con la que se pone fin a la presencia de la reina Isabel II en nuestros sellos.
Julio Peñas mostró una gran variedad de piezas y sobres circulados con los que documento las distintas marcas y a partir de ellas especuló sobre el proceso de estampación de estas habilitaciones que casi con toda seguridad no fue en el ámbito de correos, pudiendo ser responsabilidad de carteros e incluso de particulares.