Como complemento a la conferencia que impartió el pasado 26 de febrero sobre La Organización postal de la Orden del Temple, dentro del ciclo de Actividades de las mañanas de los domingos de SOFIMA, el pasado domingo 14 de mayo tuvo lugar, la conferencia a cargo de David González Corchado, Académico electo de la Real Academia Hispánica de Filatelia e Historia Postal, en la que disertó sobre la “Historia Postal de la Inquisición”

David González Corchado pertenece a la Asociación Cultural Filatélica y Numismática Cacereña, donde ha ocupado cargos de responsabilidad. Articulista habitual en publicaciones filatélicas y medios digitales, dirigidos en su mayoría a temas relacionados con la prefilatelia y la Historia, abarcando un amplio abanico que van desde el siglo XVI al XIX.

A través del análisis de documentación de la época y del testimonio de diferentes efectos postales, el ponente realizará un recorrido histórico-postal por una de las instituciones más conocidas a la vez que temida y denostada de la historia de España: El Santo Oficio de la Inquisición. El enorme poder e influencia política que tuvo esta organización eclesiástica desde el mismo inicio de su fundación, tuvo su reflejo en diferentes privilegios postales que caminaron parejos a su devenir, desde su etapa de mayor desarrollo en los siglos XVI y XVII, pasando por su lento declive durante todo el siglo XVIII hasta su agónica disolución en la primera mitad del siglo XIX.

El trabajo presentado en esta conferencia es una aproximación a una investigación que permanece abierta sobre el estudio de más de 3.600 legajos y 1300 libros conservados en el Archivo Histórico Nacional y que ya ha ido dando sus primeros resultados en diversos artículos publicados en “El Eco Filatélico”.

Si hay una palabra que define la estructura del Santo Oficio en España durante los siglos XVI y XVII, esta no es otra que “burocracia”: una enorme maquinaria al servicio de un riguroso procedimiento que encuentra en el correo uno de los pilares de su funcionamiento.

El Santo Oficio nace en el año 1184 por bula de Lucio III  para combatir la herejía. No es hasta 1478 cuando el Papa Sixto IV promulga una bula ofreciendo plenos poderes a los Reyes de Castilla y Aragón para el nombramiento y destitución de los inquisidores.

Establecimiento de la franquicia para el Santo Oficio para las estafetas de la Corona de Aragón

Desde un primer momento la Inquisición se sirvió del correo para su desarrollado. El Santo Oficio tenía su propio sistema basado en la figura del “nuncio” que era la persona encargada del transporte de las comunicaciones y los expedientes entre los distintos juzgados.

El correo es una herramienta al servicio de los poderosos que son los únicos que pueden costear un sistema privado de transporte de la correspondencia. Pero estos correos oficiales empiezan a complementar sus ingresos con el traslado de correspondencia privada “fuera de valija” por la que cobran una pequeña cantidad: es el origen del “porte”.

En el último cuarto del siglo XVI, se generaliza el nombramiento de diferentes correos mayores en las distintas ciudades, villas y señoríos de los Reinos de España siendo estos los encargados del transporte de la correspondencia y es en este momento, coincidiendo con la implantación del sistema de estafetas, cuando la Inquisición, después de duras disputas, obtiene la franquicia que le exime del pago del servicio.

Existen numerosos ejemplos de estos documentos que el conferenciante ha ido presentando, tanto de comunicaciones dentro de la misma Jurisdicción como entre distintos juzgados y ha explicado la características que diferencian unas de otras. También ha presentado alguna rara excepción que ha encontrado a través del estudio de más de 4000 cartas.

Posteriormente Felipe V establece un servicio de Correo dependiente de la Corona y es mediante un reglamento de 14 de mayo de 1723 donde establece la especificación de los derechos de franquicia dentro del Santo Oficio. Aparecen las primeras marcas, tanto en las cartas como en los sellos lacrados diferentes según la época y el tribunal.

Al Ilustrísimo y Reverendísimo señor Obispo Inquisidor General guarde Dios muchos años, del Consejo de Su Majestad

Finalmente una Real Orden de 19 de mayo de 1799, inspirada por el ministro Mariano Luis de Urquijo, pone fin a la franquicia del Santo Oficio. En un momento histórico en que la Institución empieza a estar denostada y representa una rémora de un pasado ya superada en el resto de Europa. La pérdida del privilegio de franquía no solo supone un distanciamiento con respecto a la Corona, también supone un severo revés a la economía del Santo Oficio al tener que hacer frente al coste que suponía el envío de gran cantidad de documentación entre los distintos estamentos de la Orden.

Aquí puedes acceder a los contenidos de la conferencia

Historia Postal de la Inquisición (PDF)