Una de las primeras actividades ligadas a la evolución cultural del ser humano fue el comercio. El intercambio de los diversos productos lo enfrento a la necesidad de pesarlos y medirlos.
Con el título “Balanzas de Cambistas”, Felipe Téllez Manzanares ha disertado sobre la importancia de la investigación sobre las balanzas para poder situarlas históricamente y de esa manera conocer su origen, fabricante y los usos para las que fueron creadas.
Destacado miembro de SOFIMA, Felipe Téllez ha impartido varias conferencias sobre distintas temáticas, como «El trenillo de la Mancha» o «Los Balnearios en la Filatelia». Felipe es Presidente de Otros Coleccionismos de la Federación Española de Filatelia. Es coleccionista de balanzas postales desde hace diez años, ampliando recientemente su colección a otros tipos de balanzas, como las de boticario y cambistas. Es coleccionista de Historia Postal de Ciudad Real y de la Mancha prefilatélica (Alta y Baja). En Filatelia Temática es coleccionista de Balnearios y en Filatelia tradicional de varios países europeos como son Alemania, Francia, Reino Unido y Vaticano.
Felipe Téllez ha comenzado su exposición haciendo un recorrido por los sistemas de medidas utilizados a lo largo del tiempo. Inicialmente los metales realizaban la función de patrón tipo los gobernantes establecieron patrones pondérales/dinerales, que fueron de obligado cumplimiento en todos sus territorios, incluyendo órganos de control supervisados por funcionarios fiscales que inspeccionaban, contrastaban y marcaban las medidas como garantes de su fidelidad, aplicando sanciones ante su incumplimiento.
Cada villa acostumbraba a guardar celosamente los patrones metrólogicos conforme a los modelos oficiales del municipio. Pero la costumbre y la variedad de medidas locales hicieron que se avanzara muy lentamente en la unificación de pesos y medidas.
Balanza de Equilibrio Inglesa para Pesar y Calibrar Soveranos
El primer intento de unificación partió del rey Alfonso X cuando, el 7 de Marzo de 1261, otorgó en Toledo un privilegio que establecía el cahíz toledano de 12 fanegas como medida de áridos; se implantó el moyo de Valladolid que hacía 16 cantaras; el peso mayor de la carne se fijaba conforme al arrelde de Burgos que eran 10 libras. En cuanto a las medidas lineales se adoptó la vara de Toledo y como unidad ponderal se ordenó en marco alfonsí que pesaba 8 onzas.
Inscripción en tinta negra detrás de la tapa: «Fet en Barna al Carrer del Regumi en Casa de Eudalt Deop. Manyà en lo any 1732»
Los Reyes Católicos, por la pragmática de 1488, ordenan para las casas de moneda, concejos y cambistas, la fabricación de patrones de latón convenientemente custodiados y con pesos ajustados a la norma con el fin de velar por la buena ley del oro y de la plata, y garantizar la cantidad de moneda de estos metales comprada a peso.
Las medidas castellanas quedaron fijadas y permanecieron prácticamente inalteradas hasta la adopción del Sistema Métrico Decimal.
Durante el reinado de Isabel II, se aprobó la Ley de Pesas y Medidas que establecía el Sistema Métrico Decimal en la metrópoli y en las posesiones de ultramar (19 de Julio 1849).
Para la puesta en marcha de la reforma se creó la Comisión de Pesas y Medidas, encargada de aprobar los patrones primarios y calcular las equivalencias entre las medidas tradicionales y las nuevas.
Las dificultades fueron tantas que obligaron a aplazar la entrada en vigor de la ley. Finalmente, en junio de 1867, se aprobó el decreto que establecía la obligatoriedad del nuevo sistema para todos los españoles a partir del 1 de julio 1868.
Pero debido a los problemas políticos de la época no se cumplieron hasta el decreto de 14 de febrero de 1879, que estableció la definitiva obligatoriedad del sistema métrico decimal a partir del 1 de julio de 1880, esto supuso la ilegalización de las medidas tradicionales y la intensificación de las medidas de control, lo que permitió la implantación del nuevo modelo.
1539, Museo del Prado (Madrid)
A continuación Felipe Téllez ha mostrado algunos utensilios de medida procedentes de su colección explicando como en las Cajas de Cambistas y en las Balanzas Monetarias los pondérales monetarios o dinerales eran las pesas o fichas utilizadas por los cambistas para pesar las monedas. Estas se realizaron en latón u otra aleación de cobre y, por lo general, su referente son piezas de alto valor metálico: oro y plata. Su finalidad era comprobar el peso de la moneda en circulación, asegurarse de que la moneda no estaba gastada, limada o falsificada.
Los dinerales estuvieron en uso hasta finales del siglo XIX, fecha en que desaparecen las emisiones de moneda en metal precioso con la introducción de las acuñaciones de aluminio y cuproníquel haciendo, por tanto, innecesario comprobar el peso de las nuevas monedas.
Finalmente Felipe Téllez ha mostrado un conjunto de nueve balanzas de los siglos XVIII y XIX adquiridas por el Estado en mayo de 2008 destinadas al Museo Arqueológico Nacional.
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