Por Xavier Andreu i Bartrolí “rucvermell”

A la caída de Barcelona a finales de enero de 1939 en manos de los golpistas y ante la posibilidad de caer en la represión franquista, se originó la fuga hacia la frontera francesa de quienes estaban más o menos comprometidos con la República.

Francia, ante la avalancha inesperada, aunque tuviera que haber sido prevista, de cerca de 500.000 refugiados no encontró otra solución que implementar unos campos de concentración.

El campo más grande durante los primeros meses del exilio, el de Argelés sur Mer, llegó a albergar casi 90.000 republicanos. Había entre los internados unos 5.000 vascos que se agruparon en un sector o sub-campo que bautizaron como “GERNIKA BÈRI”.

De manera extraoficial crearon un cuño que se estampó esporádicamente en el frente de las cartas.

El Gobierno Vasco en el exilio, encargó a D. Telesforo Monzón que hiciera gestiones para crear un Campo destinado a reunir exclusivamente a los vascos cerca de su patria. Se consiguió instalar el campo de GURS, en el Béarn, entre Oloron Ste. Marie y Navarrenx (ahora hermanada con la ciudad de Rheinstetten en Baden), que, aunque no fue exclusivo, sí que consiguió que una gran cantidad de exiliados vascos fueran alojados en este campo. Tenía 428 barracones distribuidos en 13 islas.

Los primeros refugiados vascos llegaron los días 5, 6, 7 y 8 de abril de 1939, desde el campo de Argelès sur Mer. Fueron unos 3.600 que ocuparon los islotes A, B, C, y D.

Los otros grupos, durante el verano de 1939 fueron:

• • 3.700 reseñados como “españoles” en los islotes E y F.
  • 5.000 Brigadistas internacionales en los G, H, I y J., que luego ampliaron nuevos internos hasta llegar a 6.800.
  • 2.400 aviadores, mecánicos y personal de tierra de aeropuertos. en los K, L y M.

Con el tiempo, estas distribuciones fueron variando según las necesidades. Muchos vascos y aviadores encontraron destinos fuera del campo. Entre la primavera de 1940 y el año 1942, se van sucediendo diversos grupos de internados: los “indeseables”, gitanos, comunistas, presos comunes, antifascistas franceses y alemanes…

Desde septiembre de 1940, se retienen a judíos de Baden, Palatinado y Sarre, muchos de ellos después deportados a los campos de exterminio.

Terminada la guerra sirvió para alojar a alemanes y franceses colaboracionistas con los invasores e incluso a refugiados españoles activistas que se consideraban peligrosos para la estabilidad francesa.

Fue el campo que duró más tiempo en actividad, no se cerró hasta 1946, a pesar de sus grandes limitaciones, fue un campo donde no se produjeron las escenas lamentables de todos los demás; las alambradas no estaban electrificadas, no había las torres de vigilancia con ametralladoras ni se produjeron escenas de sadismo, no hubo ejecuciones ni trabajos forzados.

Actualmente varias ciudades de Baden, en memoria de sus conciudadanos, se hace cargo de la conservación del cementerio, hay 1.062 enterrados, entre españoles (al abrigo de una bandera republicana) y los judíos muertos entre 1940 y 1945. El gobierno vasco planto allí, un retoño del árbol de Gernika.

El caso es que los vascos procedentes del campo de Argeles sur Mer, entre sus pertenencias, se llevaron el cuño en cuestión y una vez borrado en la parte inferior la procedencia de ARGELES SUR MER, se utilizó en el campo de GURS sin indicación del campo.

Esta carta de Gurs está franqueada con el sello de franquicia del que se entregaban dos ejemplares mensuales a los refugiados españoles entre el mes de mayo de 1939 y el mes de marzo de 1941.

No se sabe en cuantas cartas se utilizó, ni cuantas han llegado hasta nosotros, pero hasta hoy sólo tengo noticias de dos desde el campo de Argeles y uno sobre el campo de Gurs.

Se agradecería información sobre la posible existencia de más ejemplares.