Por Raimundo Almeda
Miembro de la Sociedad Filatélica de Madrid

Esta carta, que no contiene texto en su interior, habla por sí sola, pues está enviada desde una importante sastrería en el centro de Madrid al ordenanza Ángel Vidal Berrocal de la Casa de Socorro de Chamartín de la Rosa. Con seguridad debía de contener información sobre algún uniforme que había pedido o preguntado.

Figura 1. 1940-01-15. Madrid a Chamartín de la Rosa

Encierra alguna pequeña sorpresa, que puede pasar desapercibida a simple vista. El sello es el Edifil 815tb, variedad sin pie de imprenta (figura 2). Está circulada el 15 de enero de 1940, con franqueo de impresos.

Figura 2. 15-01-1940

Llega a Chamartín de la Rosa el 17 de enero, cuando era un municipio separado de Madrid, hoy un importante barrio residencial. La Figura 3 muestra el fechador de Chamartín de la Rosa en el dorso de la carta. De allí pasó al barrio de Tetuán de las Victorias ese mismo día a las dos de la tarde y salió a reparto (figura 4).

Figura 3. Chamartín de la Rosa	Figura 4. Tetuán de las V

Chamartín de la Rosa fue el primero de los municipios absorbidos entre 1947 y 1954. Tras Chamartín, cuya orden se dictó en 1947 aunque se hiciera efectiva al año siguiente, le tocó el turno a Carabanchel Alto (1948) Carabanchel Bajo (1948), Canillas (1950), Canillejas (1950), Hortaleza (1950), Barajas (1950), Vallecas (1950), El Pardo (1951), Vicálvaro (1951), Fuencarral (1951), Aravaca (1951) y Villaverde (1954). Estas anexiones supusieron que Madrid multiplicara por ocho su territorio.

Chamartín de la Rosa, era un pueblecito de origen medieval, su primera referencia escrita data de 1222, cuando se integra en los fueros de Madrid en el sesmo[1] de Vallecas junto con otras aldeas limítrofes. El duque del Infantado adquiere en 1477 la mayor parte del territorio. En el siglo XVI Chamartín aparece con el título de villa.

La parroquia de San Miguel de Chamartín, se fundó en el siglo XIII. Fue construida nueva en el siglo XVI y totalmente remodelada al final de la Guerra Civil, por haber sido utilizada como caballerizas durante el enfrentamiento armado. Está situada en el número 2 de la Avenida de Burgos, y es uno de los pocos vestigios que quedan del pueblo de Chamartín.

En la II República, el pueblo tenía los siguientes barrios: El Pinar, un bosque de pinos, como su nombre indica, que estaba en el límite con el pueblo de Hortaleza y hoy es un ejemplo del desarrollismo urbano de perfil medio-alto, con grandes bloques y espacios abiertos. La Ventilla al noroeste de la Plaza de Castilla, Progreso que incluía las Cuarenta Fanegas, que estaba situado entre las hoy calles de Alberto Alcocer y Costa Rica, Ciudad Jardín, colonia que se construyó a finales de los años 20 para trabajadores y Maudes, aldea que estaba situada entre la actual plaza del Cuzco y el edificio del Ministerio de Economía; Atalaya, asentamiento al oeste de Hortaleza, Huerta del Obispo, que se encontraba entre lo que es hoy el Paseo de la Dirección, la calle Villaamil, y se adentraba casi hasta Cuatro Caminos; Tetuán, barrio que perteneció también al pueblo de Chamartín y Castillejos, que se encontraba entre Bravo Murillo, el Paseo de la Castellana y la Plaza de Castilla.

Como estamos viendo Chamartín de la Rosa como municipio era enorme. Tras la absorción en Madrid, se dividió en distintos barrios, que pasaron a formar parte de los distritos de Tetuán, Chamartín, Hortaleza o Ciudad Lineal.

Uno de los hechos históricos más conocidos es la estancia de Napoleón Bonaparte, que se aposentó en esta localidad, instalándose en el palacio del duque del Infantado, desde el 6 de diciembre de 1808 hasta el 22 de diciembre, dejando un ejército de cien mil hombres y a José Bonaparte como regente. En el siglo XVII, la Duquesa del Infantado y Pastrana mandó construir este palacio, hoy desaparecido, el verdadero de los Duques de Pastrana, y en el que se albergó Napoleón.

Figura 5. El conocido como palacio de los Duques de Pastrana.

Otro de los monumentos que nos ha llegado incólume a nuestros días es el conocido como Palacio de los Duques de Pastrana, figura 5, situado en el número 208 del Paseo de la Habana y hoy en día propiedad de la ONCE. Lo mandó construir a mediados del siglo XIX, Luis Guilhou Rives, empresario francés, emprendedor e industrial, para su hijo Enrique y éste era su verdadero nombre: “Palacete de la quinta de San Enrique”, aunque siempre se le ha conocido como el Palacio de los Duques de Pastrana. “Lo curioso es que nunca fue propiedad de los Duques de Pastrana, pero se le sigue conociendo con este nombre a pesar de que hubiese un verdadero Palacio de Pastrana ya desaparecido.[2]

[1] Sesmo: División territorial que comprendía cierto número de pueblos asociados para la administración de bienes comunes.
[2] ABC Madrid. El palacio de los Duques de Pastrana. 7-01-2019.