Julio Peñas Artero, Académico de la Real Academia Hispánica de Filatelia e Historia Postal, Tesorero de SOFIMA y miembro de AFINET, nos deleitó el pasado domingo 21 de mayo con una tertulia tradicional en la que presentó su colección de Timbres de periódicos. Julio ha publicado diversos libros y ensayos sobre la Historia Postal del Carlismo y sobre marcas y fechadores, también destaca su labor como articulista en distintas revistas especializadas.
Según explicó en la presentación inicial este es un coleccionismo complicado. Por una parte, el número de piezas que se conservan es muy reducido ya que dada la naturaleza del soporte, pocos fueron los ejemplares conservados. Por otra parte, es un elemento sobre el que se ha estudiado muy poco, habiendo muy poca documentación previa, lo que convierte en este coleccionismo en un territorio difícil y muy especializado pero a la vez en un campo abierto para la investigación. Los timbres son todos muy parecidos entre si independientemente de la época de utilización pero la belleza de los periódicos de la época caracterizados por los elegantes grabados de sus portadas convierten este trabajo en una interesante y atractiva colección.
Julio Peñas explicó que se timbraban por números sueltos los periódicos de más de cuatro páginas o en forma de revista, y por peso, los demás. En 1856 se establece la primera tarifa para el transporte de documentos impresos tanto en España como en los territorios insulares de las Antillas y Filipinas. El franqueo.se estableció en 30 reales por arroba para el territorio nacional. El pago de esta cantidad se justificaba con la estampación en el papel sobre el que se imprimían los periódicos de su sello, generalmente en tinta negra con el escudo de España. El hecho de que se sellara únicamente un pliego de cada 11,502 kilos, es el motivo por el que existen tan pocos ejemplares.
Estamos en una época de modificaciones continuas y tanto los cambios adoptados en las unidades de pesos y monedas como los distintos avatares políticos se ven reflejados en los cuños utilizados para el timbrado del papel de periódico. Así, en Julio de 1865 se adopta como unidad de peso el kilogramo y como moneda el escudo con lo que aparece un nuevo cuyo.
El decreto de 1º de mayo de 1871, fija un solo precio de 3 pesetas por cada 10 kilogramos para el franqueo de periódicos en la península. Con la llegada de Amadeo I al trono se modifica el escudo de España y en el escudete del centro aparece la Cruz de Saboya que posteriormente desaparecerá con la llegada de la Primera República que deja vacío el ovalo central.
El 1874, con el advenimiento del rey Alfonso XII se restaura el escudo de España tal, tal como aparecía en los timbres de 1856.
Finalmente Julio Peñas presentó una colección de fajas de los siglos XIX y principios del XX utilizadas para el envío de ejemplares sueltos a los suscriptores y comentó tanto la dificultad de la gestión por parte de los editores de prensa como la complejidad en la obtención y el estudio de estos elementos de los que se conservan aún menos piezas.
Una amena e interesantísima tertulia en la que pudimos disfrutar del placer de tener en nuestras manos pequeños retazos de nuestra Historia.