El pasado domingo 3 de febrero, David González Corchado, Académico de la Real Academia Hispánica de Filatelia e Historia Postal y miembro de la Asociación Cultural Filatélica y Numismática Cacereña, donde ha ocupado cargos de responsabilidad, presentó una interesante conferencia, bajo el título “Alusiones Postales en la literatura del Siglo de Oro”

Articulista habitual en publicaciones filatélicas y medios digitales, ha dirigido la mayoría de sus trabajos a temas relacionados con la prefilatelia y la Historia, abarcando un amplio abanico que van desde el siglo XVI al XIX y tocando temas de máximo interés como el epistolario teresiano, las cartas del cólera, el correo certificado en los conflictos del siglo XIX, Fraudes al correo en Cáceres, el correo interior de Extremadura, el franqueo reclamado en Extremadura en el siglo XIX o Historia postal de la Inquisición, entre otros estudios dirigidos a desentrañar el origen del correo.

En el trascurso de la conferencia, David González Corchado ha ido desgranando las referencias al correo que aparecen en las obras literarias de nuestra literatura en los siglos XVI y XVII Es lógico pensar que algo tan cotidiano como el correo tuviera su reflejo en una literatura que se caracterizó por el realismo de lo cotidiano. Estas alusiones permiten confirmar, y en algunos casos han ayudado a entender, aspectos esenciales del funcionamiento del correo.

Autores como Cervantes, Quevedo o Góngora, son algunos de los grandes de nuestras letras que en sus obras han dejado constancia de la utilización del correo en la vida cotidiana de sus personajes.

Desde el llamado servicio de postas, formado por distintos conjuntos de caballerías situados en los caminos principales y a distancias convenientes unos de otros para que los correos y viajeros usuarios del mismo pudieran sustituir su montura por otra de refresco a la hora de continuar el viaje, sin tener que detenerse para el descanso de los caballos fatigados, hasta la aparición del postillón o el envío de correos mediante “propios”, todos han tenido su reflejo en las grandes obras del Siglo de Oro.

Cabeza del Buey a Medina del Campo
(28 de octubre de 1569) “Con propio”

El análisis de estas referencias ha servido al conferenciante para explicar algunos aspectos menos conocidos de los orígenes del transporte de la correspondencia, como la utilización de arrieros y carreteros.

También tienen su reflejo las estafetas e incluso permiten establecer la distinción de la estafeta, como lugar de envío y recogida de la correspondencia y del estafeta, como encargado de la realización de esta actividad.

Ayamonte a Medina del campo
(04 de diciembre de 1574) “Con Juan Ruiz harriero”

Los portes y las tarifas utilizados es otro de los aspectos del correo que podemos encontrar en la literatura de la época, como muestran estos versos de Tirso de Molina en su obra “No hay peor sordo”:

“Pues una dama en la corte
Me dio en persona este pliego,
Encargándome que luego,
con cuatro reales de porte,
se le diese en propia mano,
o en ausencia suya á vos”

La creación a principios del siglo XVII de los “ordinarios y las estafetas” y con ellos el desarrollo de la organización definitiva del correo como servicio público también ha merecido la atención de grandes nombres de la literatura e incluso la literatura picaresca, tan representativa de la época, ha reflejado como el correo ha formado parte de la sociedad a lo largo de los tiempos.

En definitiva, otra interesante a cargo de David González Corchado que extiende sus trabajos más allá del conocimiento de la Historia Postal para adentrarse en el estudio de la sociedad española a lo largo de su dilatada Historia.

Aquí puedes acceder a los contenidos de la conferencia

Alusiones Postales en la literatura del Siglo de Oro (PDF)